"Qué debe ser joven comunista", Ernesto "Che" Guevara
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Representamos para los amos poderosos todo lo que hay de absurdo, de negativo, de irreverente y de convulso en esta América que ellos deprecian, pero representamos por el otro lado, para la gran masa del pueblo americano, del americano nuestro, del que empieza al sur del Río Bravo, todo lo que hay de noble... ¡todo lo que hay de sincero y de combativo en estos pueblos llamados despectivamente "mestizos"!
Charla en la Universidad de La Habana 2 de marzo de 1960, Ernesto "Che" Guevara
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La curva más peligrosa de mi vida.
Juan Manuel Fangio
Entrevista en la Habana a Arnold Rodríguez, uno de los hombres que en 1958 secuestraron al máximo campeón de automovilismo del siglo XX.
1° Etapa
"Cuando Faustino Pérez me obligó a acompañarlo, lo primero que pensé, fue que era una broma, pero inmediatamente, al ver la seriedad de lo que acontecía, me percaté que estaba ante una situación muy delicada"...
Transcurre 1981; pasaron más de 23 años del impacto público que estremeció al mundo por 26 horas. El otrora quíntuple campeón del orbe, con su recurrente serenidad, recordaba los acontecimientos iniciales que desataron su secuestro.
Podría ser esta una más de las lacónicas y sentenciosas reflexiones con las cuales Juan Manuel Fangio enfrentaba cotidianamente cámaras y micrófonos, pero, si acotamos que se encuentra en La Habana, luego de finalizar una conferencia de prensa -habiendo declarado a los medios nacionales y extranjeros: "Acabo de cumplir dos de mis más ansiados sueños: Volver a Cuba y conocer personalmente a Fidel Castro" y, además, que el análisis de aquellos sucesos los está realizando, precisamente, con quienes el 23 de Febrero de 1958 fueron sus "secuestadores", el menos curioso de los mortales, se dispondría a ajustarse el casco de la intriga para desandar las pistas de la memoria e internarse en las secuencias de una insólita carrera contra un rival casi invencible: el olvido.
Hoy, deshojadas más de cuatro décadas del 2° Gran Premio de La Habana - que Fangio compulsivamente tuvo que "seguir" por Radio -, estoy sentado frente a Arnold Rodríguez, un ser apacible y extremadamente amable, de quien nadie podría sospechar, inferir, ni mucho menos aún, rotular, de "secuestrador"...
- Aunque esto no tuvo ninguna de las características que a lo largo del tiempo identifica a los secuestros, en realidad ¡fue un Secuestro!, pero nosotros preferimos llamarle "Retención Patriótica".
Arnold, pone la "primera" hacia la retrospección de los hechos...
- Resulta que en ese momento se estaba viviendo una verdadera efervescencia revolucionaria en el país, ya hacía poco más de un año que Fidel y sus compañeros del yate Granma, junto al Che, habían desembarcado en Oriente. Se fortalecía el Ejército Rebelde, ocupando una gran parte del territorio oriental. Se libraba una lucha intensa a lo largo de todas las ciudades de Cuba, para derrocar la tiranía de Batista.
Aquí, en La Habana, donde estaban concentrados los cuerpos represivos, el dictador hacía todos los esfuerzos para dar una imagen de normalidad e hizo preparar una especie de gran fiesta, intentando distorsionar, realmente, lo que estaba sucediendo.
Era el Segundo Gran Premio que se hacía en Cuba; el año anterior, lo había ganado Fangio. Esa popularidad que alcanzó, unida al hecho de ser 5 veces campeón del mundo, lo distinguía como una personalidad mundialmente famosa. Nosotros creímos oportuno que, a la vez que le dábamos al traste con este espectáculo de fiesta que quería aparentar Batista, valernos de esa destacada personalidad, para captar la atención de la opinión pública nacional e internacional, es decir, fue un hecho de cción en sentido propagandístico y, puedo asegurar, que, el cometido, se alcanzó con creces. Yo era Responsable de Propaganda en la Provincia de La Habana del Movimiento 26 de Julio. Sin ser de los más jóvenes; tenía 26 años y meses.
El Movimiento 26 de Julio, organización política que tomó cuerpo a partir del intento de Asalto al Cuartel Moncada comandado por Castro en 1953, a menos de cuatro años de su conformación, se había expandido por toda la Isla.
Aunque la Revolución triunfaría apenas 311 días más tarde, varios compañeros de Arnold quedaron en el camino.
Es levemente perceptible el cambio de tono...
- Uno de los inspiradores de la Operación y quizás quien más conversó con Fangio, aunque no tuvo participación directa en la captura ni en la devolución, fue el recio combatiente de la insurrección, Marcelo Salado. Él, tenía la responsabilidad de proteger la casa donde retuvimos al campeón... Cuando un mes y medio más tarde, el 9 de abril, se trató de desatar la Huelga General Revolucionaria, fue ametrallado en una esquina y se lo llevaron en el maletero de un carro (auto). También, Oscar Lucero, responsable del Comando de Captura, cuya esposa, al momento de la acción, estaba embarazada de seis meses y no hubo forma de despegarla de él, en mayo del mismo año, fue detenido y nunca más lo vimos; sabemos que sufrió grandes torturas y no pronunció una sola palabra, por eso se lo conoce como "El mártir del silencio". Su cadáver desapareció...
Arnold, que, luego del triunfo de la Revolución, entre otros cargos, fuera Vice Ministro de Relaciones Exteriores y hubiera de acompañar al Che en uno de sus viajes a África, nos deja caer la siguiente reflexión:
- Nosotros tuvimos muchos desaparecidos, pero en honor a la verdad, el terror que soportaron Argentina, Chile y algunos otros países de Latinoamérica resultó mucho mayor. Creo que eso fue una consecuencia del proceso que aquí se vivió, dado el tiempo que duró nuestra lucha prerrevolucionaria, dado el ejemplo que significó su triunfo. Las fuerzas retrógradas de esas naciones, con el apoyo logístico y técnico del imperio norteamericano, desarrollaron con mucha más brutalidad y técnicas salvajes, el atropello a los patriotas del Sur.
Transcurre un día más de febrero de 1958, faltan menos de 24 horas para que comiencen a rugir los motores en el Malecón... El deportista más popular del mundo, está sentado en el lobby del Hotel Lincoln; departe con periodistas, amigos, curiosos. Vive el ritual que la veteranía le permite degustar como un mate servido en su Balcarce natal. No imagina que está saboreando los minutos previos a una "largada" insólita, que decidirá nuevos rumbos en su espíritu.
Muchachos ansiosos, tensos, se aprestan a emprender, por La Habana Vieja, uno de los pasos más dramáticos de la "Operación Fangio"... Ellos tampoco imaginan que darían con un ser casi insondable, intrigante o increíblemente sencillo.
- Al ver la pistola, se dio cuenta que estaba ante una curva muy peligrosa que tenía que tomar con cuidado, y accedió a lo que se le demandó; se encaminó naturalmente hasta donde se le señaló y montó en el automovil que partiría hacia la casa de "las norteñas".
Hemos charlado mucho con los compañeros que participaron directamente de este primer paso - yo estaba cumpliendo otra responsabilidad -, Fangio no cambió en ningún momento su semblante, ni su actitud de hombre apacible, por ende pacífico.
¡Recorrer esos escasos kilómetros, con los "sabuesos" ya informados y uniformados (algunos), "pegarse" con el riesgo, sin "derrapar"!... ¿Recordaría el campeón las sierpes de los Andes en las agotadoras etapas de las competencias de Turismo de Carretera de otros tiempos?. Cualquier encontronazo podría ser fatal. . . ¡siempre el peligro acuciando, tentando!...
- El objetivo exclusivo nuestro era que no corriera, sustraerlo de la Carrera, echarla a perder, restarle el éxito fabuloso que significaba la presencia de Fangio y, valiéndonos de él, llamar la atención de la Opinión Pública Nacional e Internacional, ese era el único propósito, luego, devolverlo a su vida normal.
Nosotros desconocíamos el pensamiento político-ideológico de Fangio. Sabíamos de él por la información que nos suministraba un compañero periodista que era del "26 de Julio", cronista deportivo, que además, hablaba italiano y era amigo del representante de Fangio. Nos informaba de sus movimientos. Conocíamos los comentarios de la prensa.
Claro que era un propósito nuestro, si no ganarlo para la causa, al menos, neutralizarlo y, pienso que ha quedado evidenciado, en todas sus declaraciones, hasta el momento de su fallecimiento, en 1995, en decenas de entrevistas por todo el mundo, que logramos su comprensión...
Desde ese momento nos llamó: "Mis amigos, los secuestradores"; así nos presentó al Embajador Argentino cuando lo devolvimos - yo participé directamente de su reintegro - luego de 26 horas, dramáticas, pero vividas con gran intensidad humana. Así, también, nos llamaba en su tierra natal, y por eso tuve el honor de ser invitado especial de él, dos veces en Argentina... pueblo al cual amamos profundamente.
¡Sí, llegar hasta la casa de "las norteñas", fue... !
La esposa de Arnold nos sirve café, él enciende su tabaco... "Entramos a boxes".
Mis amigos los secuestradores
Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad.
Nuestra América, José Martí
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Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
Nuestra América, José Martí
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2° Etapa
La Habana, Febrero de 1958. Contrastes de una ciudad señorial y pobre, sitiada por la tiranía, pero salpicada de la comparsa de un jolgorio ficticio donde, prostitución, juego y dinero, danzan al "son" de turistas, patronos importados y lacayos criollos, a quienes, la recidiva de la Segunda Guerra Mundial no inquieta...
La noche de La Habana, hoy, se inaugura conmocionada por una noticia que comienza a expandirse. . . Mientras, dentro de un automóvil, junto al deportista más popular del mundo, jóvenes patriotas, que aspiran cambiar el devenido burdel de su país, se yerguen en autores del asombro general.
A pocas horas del 2° Gran Premio de Cuba ¡Secuestraron a Fangio!.
Arnold Rodríguez, aspira su tabaco y vuelve a activar el encendido del recuerdo...
- Él, entró a la vivienda, serio, callado, parco, así se mantuvo durante todo el tiempo, pero no demostraba sentir temor... Comentó que creía en el destino. Se lo notaba reflexivo... Luego, en muchos reportajes a la prensa, y cuando estábamos en Argentina, expresó que tal vez, nosotros, le habríamos hecho un favor al no permitirle correr esa carrera donde se produciría el accidente que costó casi una decena de víctimas fatales y gran cantidad de heridos. Dijo que pudiera haber muerto en ese trance, pues también se sumó la confirmación posterior de un defecto detectado en su máquina, con la contingencia de aparejar un percance serio.
Todo esto le hizo pensar, que ya él, con 46 años, siendo cinco veces campeón del mundo, no debía seguir tentando la suerte... Se sintió agradecido con nosotros, por propiciarle la toma de esa decisión.
El borde del éxito, el verdadero rostro del abismo, el instante oportuno; cuando la luz roja del peligro se enciende con toda intensidad para alumbrar el límite de un hombre, que, por muchos años, desafió las leyes naturales dentro de un pequeño hábitat, mínimo, incierto. . . ¡la furia mecánica!, el riesgo.
Mientras despuntaban nuevas tecnologías... ¡ya se desarrollaba una velocidad similar a la actual!... Giros, cambios, vuelcos del devenir. ¡Apenas tres años más tarde irrumpiría en el cosmos el piloto ruso Yuri Gagarin!
- Fangio ha quedado en la Historia por su Carrera Deportiva, mas, en el conocimiento de las personas que tuvimos acceso al trato personal, por ser hombre de una filosofía muy especial, a la vez que un científico del automovilismo. Era sereno, controlado, se sabía administrar. No decía palabras por gusto, tenía sensibilidad y era muy observador, con un gran sentido de la ética deportiva, pues no sólo se destacaba por su extraordinaria habilidad como automovilista, sino también por esa especial filosofía de la vida.
Se mantuvo en su estilo. En ambos viajes que hice a Argentina por sus invitaciones, pude corroborar que el comportamiento, ante nosotros, durante el cautiverio, obedecía a la esencia de su personalidad.
Mientras se le explicaba el motivo de su retención, decía: "Comprendo, comprendo".
(*) Ellos se portaron correctamente, me pidieron disculpas por lo que estaban haciendo. La causa es el... "26... de Julio". Yo simpatizo con todo el pueblo deportivo. Me dieron buena comida, me bañé y dormí tranquilamente. En ningún momento pensé en escaparme. Jamás temí por mi vida. ¡Quien no hace nada malo no tiene por qué temer!
- Por fortuna el lugar que eligió el Movimiento para retenerlo resultó excelente. "¡La casa de las norteñas!". Allí vivía una señora viuda que tenía dos hijas, las cuales eran militantes del "26 de Julio". Ellas, mujeres al fin, sensibles, preocupadas por la lucha social, dispensaron al campeón un trato muy cordial, con gran sentido humano, comprensión y exquisitez. Le procuraron una estancia lo más cómoda posible, teniendo en cuenta que él se encontraba allí contra su voluntad...
Se habló de muchas cosas, también del Che. Aunque de este ser excepcional, charlaríamos bastante con él, en Balcarce. Allí tuve ocasión de intimar con su hermosa familia y, cosa curiosa, hablaban del secuestro con orgullo, no con resentimiento.
Le impactó una anécdota que le conté del Che, en nuestro viaje a África, donde compartí varios días con él. Creo que fue su última representación oficial de Cuba. Iba entregando todo lo que le regalaban, sentía que ningún objeto le pertenecía, ¡nada lo hacía suyo!. Su desprendimiento era extraordinario. Curiosamente, sólo un obsequio que le hicieron en el desierto de Argelia, vi que lo agarró y lo trajo en la mano hasta La Habana. . . Era un gajo inmenso de
planta de higo y, cuando Fidel nos recibió en el aeropuerto, lo primero que le dijo el Che fue: "Aquí te traje un gajo de higo, porque sé que te gustan". Este relato le asombró tanto que me lo hizo repetir varias veces ante su gente.
Arnold frunce el ceño; aprieta el acelerador de las sensaciones...
- Fangio durmió en esas horas mejor que nosotros, se percató enseguida con cuánta responsabilidad asumíamos su cuidado. El momento más tenso lo vivimos luego de terminada la carrera. Pasaba el tiempo y no lográbamos materializar la devolución.
¡Si algo le ocurría al campeón habríamos fracasado! Conociendo la mentalidad bestial, bárbara, del gobierno, sabíamos que si lo localizaban antes de la carrera no le harían nada y, a cualquier precio, lo pondrían a correr, pero luego de la carrera, no vacilarían en matarlo, para desprestigiarnos...
Yo tuve la responsabilidad directa de hacer los contactos y de entregarlo personalmente.
Para que el éxito de la Operación fuera total queríamos devolverlo a la representación oficial Argentina, al Embajador, decisión que Fangio prefería también. Pero la Embajada estaba totalmente rodeada...
(*) Me dijeron que, terminada la carrera, me iban a largar. Yo pedí que se comunicaran con el Embajador Argentino, para buscar un sitio seguro donde dejarme. Ellos trataron de todas formas de comunicarse con el Embajador y con él combinaron el lugar.
- Habían pasado más de dos horas de finalizada la carrera y no lográbamos materializar su entrega. Además de la Embajada, planificamos otras dos opciones.
Arnold, da un "volantazo" hacia la memoria...
- La Habana parecía una ciudad muerta, sitiada. Por un lado el fatal accidente de la carrera que costó varias vidas y por el otro los carros de los cuerpos represivos de todo tipo, algunos hasta con chapa de otras ciudades.
Se corrían rumores insólitos. ¡Todo conmocionaba!... "¡Fangio apareció en tal lado!"
Si no lográbamos devolverlo al Estado Argentino, teníamos bajo observación a un sacerdote, asesor de la Unión Obrera Católica, que exteriorizaba rasgos de enfrentamiento a la tiranía. Él no lo sabía, pero se lo entregaríamos poniéndolo bajo el manto protector de la Iglesia. La tercer opción era el Director de la Revista Bohemia, un periodista muy conocido en Cuba y en el exterior.
Quien nos ayudó a localizar al Embajador fue Ada Curié, la esposa del que fuera luego el "Canciller de la Dignidad", Raúl Roa. Se concertó la entrega en el apartamento del Agregado Militar Argentino, que se encontraba de viaje. Posibilitar así su devolución evidenciaba nuestro potencial poder.
Habría de aparecer una última "mancha de aceite" al dirigirse a "la recta final"...
- Íbamos hablando en el carro, más para buscar un ruido ambiental que para trasladar una idea. La doble preocupación era que nos interceptara la policía durante el trayecto o que se encontrara en el lugar de destino. . . ¡Jamás pensamos que nos traicionara la Embajada!, pues, junto con nosotros, eran los más interesados en la protección de Fangio.
Repentinamente, sucedió algo que nos paralizó. En el semáforo de la avenida Línea y 12, prácticamente en forma paralela a nosotros, se detuvo un patrullero policial; se produjo un denso silencio, pero, por fortuna, al dar la luz verde continuaron su camino... Fangio, que reflexionaba adecuadamente ante cada acto, se mantuvo inmutable.
Cuando por fin llegamos, él mismo rompió la sepulcral tensión de una manera natural y con gesto muy risueño, se aproximó al Embajador: "¡Le presento a mis amigos, los secuestradores!"... Yo aproveché ese breve instante para reiterarle: "¡Campeón, cuando triunfe la Revolución, usted será nuestro invitado de honor!". Luego hice referencia a un escrito donde pedíamos excusas al Embajador, al pueblo y los familiares de Fangio...
(*) La opinión que puedo dar es que el trato ha sido bueno. Es difícil que pueda reconocerlos, yo veo tanta gente al cabo del día, que es muy difícil... ¡Claro que volveré a Cuba, por qué no!?... ¿Por esta alternativa?... estas son cosas que pasan en la vida ¿no? ¡Una anécdota más para contar!
- El Embajador lo conduciría personalmente a su residencia.
De manera increíble el 26 de Julio del año siguiente pudimos cursarle la invitación a Juan Manuel ¡Habíamos triunfado diez meses después de su retención, el 1 de Enero de 1959!. Le mandamos una carta a través de la Embajada nuestra en Buenos Aires, pero no se hallaba en Argentina... ¡Cumplió con nosotros y con él, dos décadas más tarde!... y logró materializar su sueño de entrevistarse con Fidel. ¡Otra Habana lo esperaba!
N del A: A escasos instantes de ser liberado, la Televisión acosó a Juan Manuel Fangio con una provocadora entrevista. Logré acceder a los archivos de este material histórico, cuya esencia transcribo en los párrafos destacados (*).
Circuitos y horizontes
¡Exactamente ese mismo día, 24 de Febrero de 1958, en la Sierra Maestra, la voz del Che anunciaba la inauguración de Radio Rebelde, emisora que desde entonces surca los aires de la Isla!.
¿Coincidencia, casualidad, premeditación?, laberínticas curvas que la Revolución hubo de sortear para llegar a la meta del triunfo.
Dos seres, nacidos en el sur de un continente secularmente expoliado, se interrelacionaban a través de jóvenes ansiosos por cambiar la asfixiante realidad que les había tocado en suerte. Sus corazones latían dentro de una isla suspendida de un macabro péndulo que oscilaba desde la sensualidad de la naturaleza hasta la crueldad de la injusticia sufrida por sus habitantes...
Fangio continuó deslizándose por las alisadas pistas de la popularidad, pues, aunque aquel 1958 dejaría de conducir autos de carrera, sus éxitos le depararon un reconocimiento permanente que, en la actualidad, trascendiendo su muerte, se encuentra simbolizado en el Museo Juan Manuel Fangio de Balcarce, su ciudad natal. Públicamente nunca emitió preferencias ideológicas, no arriesgó pensamientos en el plano social como "trompos" y "derrapes" en un deporte que ya, en su apogeo, tenía una alta dosis de intereses comerciales.
Llama la atención la actitud de mantener el compromiso de volver a Cuba, alabar su gobierno y la expuesta simpatía a aquellos revolucionarios que le propiciaron una pérdida fugaz de la libertad en la meta final del extraordinario reinado automovilístico.
Su estilo lacónico y campechano lo distinguió durante toda su vida afianzando la asombrosa impresión que invadió a los patriotas cubanos, quienes se sirvieron de la inmensa popularidad lograda en tantos campeonatos obtenidos, con memorables hazañas por las rutas del peligro, para avanzar en su lucha contra la tiranía.
Ernesto Guevara, ya era el Che y se encontraba próximo a erigirse en EL CHE, admirado "por los pobres de la tierra" (con quienes echó su suerte como José Martí) y respetado hoy por la inmensa mayoría de la población mundial.
Al igual que el gran poeta revolucionario del siglo XIX, la muerte lo sorprendió combatiendo por redimir la vergonzosa marginalidad de los humildes, pero, ambos genios de los auténticos valores humanos, aunque cayeron en la plenitud de sus vidas, lograron dejar una impronta de incalculable riqueza existencial, filosófica, cultural y política.
Admirador de la obra de "El Maestro" Martí, Guevara, con su entrega y talento, ha dejado un especial aporte al movimiento revolucionario mundial, el cual, aún, nos reserva nuevos descubrimientos teóricos y fructíferos hallazgos para dar con el sendero más expedito que conduzca a la eliminación de las abismales desigualdades sociales que hoy se padecen.
Aquel febrero de 1958, dos argentinos, un hombre nacido en Balcarce, de 46 años, que comenzaba a retirarse de la actividad central que contuvo su pasión, y el otro, rosarino, que aun no llegaba a cumplir la tercer década de vida, sin conocerse, coadyuvaban en acelerar los acontecimientos que cambiarían el rumbo de "La Mayor de las Antillas", la parturienta Isla de los nuevos tiempos.
Hector Celano
La gioventù deve creare. Una gioventù che non crea è un’anomalia.
"Che cosa deve essere un giovane comunista", Ernesto "Che" Guevara
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Rappresentiamo per i padroni possenti tutto quello che c’è di assurdo, di negativo, di irriverente e di convulso in questa America che essi disprezzano, ma rappresentiamo per l'altro lato, per la gran parte del paese americano, il nostro americano, quello che incomincia al sud del Río Bravo, tutto quello che c’è di nobile... tutto quello che c’è di sincero e di combattivo in quei popoli chiamati dispregiativamente "meticci"!.
Chiacchierata nell’Università de L’Avana, 2 marzo 1960, Ernesto "Che" Guevara
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La curva più pericolosa della mia vita.
Juan Manuel Fangio
Intervista all’Avana ad Arnold Rodriguez, uno degli uomini che nel 1958 sequestrarono il più grande campione d’automobilismo del XX secolo.
1° Tappa
"Quando Faustino Pérez mi obbligò ad accompagnarlo, la prima cosa che pensai, fu che era un scherzo, ma immediatamente, vedendo la serietà di ciò che accadeva, realizzai di essere di fronte ad una situazione molto delicata"...
Correva l'anno 1981; erano passati più di 23 anni dall’impatto pubblico che scosse il mondo per 26 ore. L’allora quintuplo campione del mondo, con la sua consueta serenità, ricordava gli avvenimenti iniziali che condussero al suo sequestro.
Potrebbe essere questa una in più delle laconiche e sentenziose riflessioni con cui Juan Manuel Fangio affrontava quotidianamente telecamere e microfoni, ma, se notiamo che si trova all’Avana alla fine di una conferenza stampa in cui aveva dichiarato ai media nazionali e stranieri: "Ho appena realizzato due dei miei sogni più grandi: tornare a Cuba e conoscere personalmente Fidel Castro" e, inoltre, che l’analisi di quegli eventi la sta realizzando, precisamente, con coloro che il 23 febbraio del 1958 furono i suoi "sequestratori", il meno curioso dei mortali, si predisporrebbe a stringersi il casco dell’intrigo per ripercorrere le tracce della memoria ed addentrarsi nelle sequenze di un insolita corsa contro un rivale quasi invincibile: la dimenticanza.
Oggi, passati più di quattro decenni dal Secondo Gran Premio dell’Avana - che Fangio dovette "seguire" compulsivamente per Radio - sono seduto di fronte ad Arnold Rodríguez, un essere tranquillo ed estremamente gentile, che nessuno potrebbe sospettare, supporre, né tanto meno etichettare, come "sequestratore"...
- Benché questo non ebbe nessuna delle caratteristiche che identifica con il passare del tempo i sequestri, in realtà fu un sequestro!, tuttavia noi preferiamo chiamarlo "Ritenzione Patriottica."
Arnold, mette la "prima" verso la ricostruzione dei fatti...
- Accadde che in quel momento si stava vivendo una vera effervescenza rivoluzionaria nel paese, era passato ormai poco più di un anno da quando Fidel ed i suoi compagni dello yacht Granma, insieme al Che, erano sbarcati in Oriente. Si rafforzava l’Esercito Ribelle, occupando gran parte del territorio orientale. Si levava una rivolta attraverso tutte le città cubane, per abbattere la tirannia di Battista.
Qui, all’Avana, dove erano concentrati i reparti repressivi, il dittatore prodigava tutti i suoi sforzi per dare un’immagine di normalità e feceva preparare una sorta di grande festa, cercando di distorcere quello che in realtà stava succedendo.
Era il Secondo Gran Premio che si svolgeva a Cuba; l’anno precedente l’aveva vinto Fangio. La popolarità da lui raggiunta, unita al fatto di essere 5 volte campione del mondo, lo segnalava come una personalità famosa a livello mondiale. Noi credemmo opportuno che, oltre a rovinare quello spettacolo di festa che Battista voleva simulare, ci si dovesse valere di quella distinta personalità, per attirare l’attenzione dell’opinione pubblica nazionale ed internazionale, come dire, fu un fatto di azione in senso propagandistico e posso assicurare che l’intento fu raggiunto ampiamente. Io ero il Responsabile della Propaganda nella provincia dell’Avana del "Movimento 26 Luglio". Senza essere fra i più giovani; avevo 26 anni e qualche mese.
Il Movimento 26 di Luglio, organizzazione politica che prese corpo a partire dal tentativo di assalto alla caserma Moncada comandato da Castro nel 1953, a meno di quattro anni dalla sua istituzione, si era esteso in tutta l’Isola.
Benché la Rivoluzione sarebbe trionfata appena 311 giorni più tardi, vari compagni di Arnold si fermarono durante il tragitto.
E’ lievemente percettibile il cambiamento di tono...
- Uno degli ispiratori dell’Operazione e forse chi più conversò con Fangio, benché non ebbe partecipazione diretta nè nella cattura né nella liberazione, fu il valoroso combattente dell’insurrezione Marcelo Salado. Egli aveva la responsabilità di proteggere la casa nella quale trattenemmo il campione... Quando un mese e mezzo più tardi, il 9 aprile, si tentò di proclamare lo Sciopero Generale Rivoluzionario, fu mitragliato ad un angolo di strada e portato via nel bagagliaio di un'auto. Anche Oscar Lucero, responsabile del Comando di Cattura, la cui moglie al momento dell’azione era incinta di sei mesi e non ci fu modo di staccarla da lui, nel maggio dello stesso anno fu fermato e non lo vedemmo mai più; sappiamo che soffrì grandi torture e non pronunciò una sola parola, per questo motivo è conosciuto come "Il martire del silenzio". Il Suo cadavere fu fatto sparire...
Arnold che dopo il trionfo della Rivoluzione, tra gli altri incarichi, fu Vice Ministro delle Relazioni Estere ed ebbe ad accompagnare il Che in uno dei suoi viaggi in Africa, ci lascia cadere la seguente riflessione:
- Noi avemmo molti desaparecidos ma, a onor del vero, il terrore che sopportarono l’Argentina, il Cile ed altri paesi dell’America Latina risultò molto maggiore. Credo che questa fu una conseguenza del processo che si visse qui, visto il tempo che durò la nostra lotta pre-rivoluzionaria e l’esempio che significò il suo trionfo. Le forze retrograde di quelle nazioni, con l’appoggio logistico e tecnico dell’impero nordamericano, svilupparono con molta più brutalità e con tecniche selvagge, l’oltraggio ai patrioti del Sud.
Fa notte all’Avana, trascorre un giorno in più del febbraio 1958, mancano meno di 24 ore perché comincino a ruggire i motori nel Malecòn... Lo sportivo più popolare del mondo è seduto nella hall dell’Hotel Lincoln; discorre con giornalisti, amici, curiosi. Vive il rituale che la fama gli permette di degustare come un mate servito nella sua Balcarce natale. Non immagina che sta assaggiando i minuti previ ad una "allungata" insolita che deciderà nuove rotte per il suo spirito.
Ragazzi ansiosi, tesi, si apprestano ad intraprendere, per L’Avana Vecchia, una delle fasi più drammatiche della "Operazione Fangio"... Neanche loro immaginano di essere sul punto di incontrare un essere quasi insondabile, intrigante o incredibilmente semplice.
- Vedendo la pistola, si rese conto di trovarsi di fronte ad una curva molto pericolosa che doveva prendere con attenzione, ed acconsentì a ciò che gli si chiedeva; si incamminò in maniera naturale fino al punto che gli fu indicato e montò sull’automobile che partiva verso la casa de "Le nordiste".
Abbiamo chiacchierato molto con i compagni che parteciparono direttamente a questa prima fase - io stavo assolvendo un’altra responsabilità - Fangio non modificò in nessun momento il suo aspetto, né il suo atteggiamento di uomo tranquillo, persino pacifico.
Percorrere quei pochi chilometri, con i "segugi" già informati e in uniforme (alcuni), "attaccarsi" al rischio, senza "slittare"!... Avrebbe ricordato al campione i sentieri intricati delle Ande nelle spossanti tappe delle endurance del Turismo di Strada d'altri tempi? Qualunque incontro poteva essere fatale... il pericolo sempre pungolando, in agguato!...
- Nostro esclusivo obiettivo era che lui non corresse, sottrarlo alla Corsa, rovinarla, sottrarle il favoloso successo che rappresentava la presenza di Fangio e, servendoci di lui, richiamare l’attenzione dell’opinione pubblica nazionale ed internazionale, questo era l’unico proposito e, dopo, restituirlo alla sua vita normale.
Noi ignoravamo il pensiero politico-ideologico di Fangio. Sapevamo di lui atrtaverso le informazioni che ci forniva un compagno giornalista che era del "26 Luglio", cronista sportivo che, inoltre, parlava italiano ed era amico del rappresentante di Fangio. Ci informava dei suoi movimenti. Conoscevamo i commenti della stampa.
Indubbiamente era nostro obbiettivo, se non guadagnarlo alla causa almeno neutralizzarlo, e penso sia apparso evidente, in tutte le sue dichiarazioni fino al momento della morte nel 1995, in decine d’interviste in tutto il mondo, che ottenemmo la sua comprensione...
Da quel momento ci chiamò: "I miei amici, i sequestratori"; così ci presentò all’Ambasciatore Argentino quando lo liberammo - io partecipai direttamente al suo rilascio – dopo 26 ore, drammatiche ma vissute con grande intensità umana. Così ci chiamava anche nella sua terra natale, e per questo motivo ebbi l’onore di essere suo invitato speciale, due volte in Argentina... popolo che amiamo profondamente.
Sì, arrivare fino alla casa de "Le nordiste", e così...!
La moglie di Arnold ci serve caffè, lui accende il suo tabacco..."Entriamo nel box".
I miei amici sequestratori
I popoli devono avere una gogna per chi li aizza a odi inutili; e un’altra per chi non gli dice per tempo la verità.
La Nostra America, Josè Martì
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Trincee di idee valgono più di trincee di pietre.
La Nostra America, Josè Martì
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2° Tappa
L’Avana, Febbraio del 1958. Contrasti di una città signorile e povera, assediata dalla tirannia, ma punteggiata dalla comparsa di una baldoria fittizia dove prostituzione, gioco d'azzardo e denaro, danzano al "suono" dei turisti, padroni importati e servitori creoli, che la recidiva della Seconda Guerra Mondiale non inquieta...
La notte dell’Avana, oggi, si inaugura commossa con una notizia che comincia a diffondersi... Mentre, all’interno di un’automobile, accanto allo sportivo più popolare del mondo, giovani patrioti che aspirano a cambiare il proprio paese divenuto bordello, si ergono autori dello stupore generale.
A poche ore dal 2° Gran Premio di Cuba hanno sequestrato Fangio!
Arnold Rodríguez, aspira il suo tabacco e torna a dar fuoco ai ricordi...
- Lui entrò nell’abitazione, serio, silenzioso, pacato, e così si mantenne per tutto il tempo, però non dimostrava di sentirsi intimorito... Disse di credere nel destino. Appariva riflessivo... In seguito, in molte interviste alla stampa e mentre eravamo in Argentina, comunicò che, forse, noi gli avevamo fatto un favore non permettendogli di correre quella corsa, in cui si vericò l’incidente fatale che costò quasi una decina di vittime e una gran quantità di feriti. Disse che avrebbe potuto morire in quella occasione, perché si aggiunse poi anche la conferma di un difetto scoperto nella sua macchina, con la possibilità di causare un serio contrattempo.
Tutto questo gli fece pensare che lui, ormai a 46 anni e cinque volte campione del mondo, non doveva continuare a tentare la fortuna... si sentì grato con noi per averlo aiutato a prendere quella decisione.
L’orlo del successo, il vero volto dell’abisso, l’istante opportuno; quando la luce rossa del pericolo s’infiamma con tutta l’intensità per illuminare il limite di un uomo che, per molti anni, sfidò le leggi naturali all’interno di un piccolo abitacolo, minimo, incerto... la furia meccanica, il rischio!
Mentre comparivano nuove tecnologie... già si sviluppava una velocità simile all’attuale! Giri, cambiamenti, rovesci del divenire. Appena tre anni più tardi irrompeva nel cosmo il pilota russo Yuri Gagarin!
- Fangio è rimasto nella storia per la sua carriera sportiva, ma soprattutto, grazie alla conoscenza delle persone che poterono avere con lui un rapporto personale, per essere stato un uomo di una filosofia molto speciale, oltre ad uno specialista dell’automobilismo. Era sereno, controllato, si sapeva disciplinare. Non diceva parole per puro gusto, aveva sensibilità ed era un osservatore, con un grande senso dell’etica sportiva, che non solo risaltava per la sua straordinaria abilità come automobilista, ma anche per quella speciale filosofia di vita.
Si mantenne nel suo stile. In entrambi i viaggi che feci in Argentina dietro suo invito, potei corroborare che il comportamento, davanti a noi, durante il sequestro, ubbidiva all’essenza della sua personalità.
Mentre gli si spiegava il motivo della sua detenzione, diceva: "Comprendo, comprendo."
(*) Essi si comportarono correttamente, mi chiesero scusa per quello che stavano facendo. La causa è il... "26... Luglio". Io simpatizzo con tutto il popolo sportivo. Mi diedero del buon cibo, mi lavai e dormii tranquillamente. In nessun momento pensai di fuggire. Non temetti mai per la mia vita. Chi non fa niente di male non ha di che temere!
- Per fortuna il posto che scelse il Movimento per trattenerlo risultò eccellente. "La casa delle nordiste!" . Lì viveva una signora vedova che aveva due figlie, le quali erano militanti del "26 Luglio". Esse, in fondo delle donne, sensibili, preoccupate per la lotta sociale, dispensarono al campione un trattamento molto cordiale, con un grande senso umano, comprensione e delicatezza. Gli procurarono un soggiorno il più comodo possibile, tenendo in considerazione che egli si trovava lì contro la sua volontà...
Si parlò di molte cose, anche del Che. Benché di questo essere eccezionale, avremmo chiacchierato abbastanza con lui, in Balcarce. Lì ebbi occasione di diventare amico della sua bella famiglia e, cosa curiosa, parlavano del sequestro con orgoglio, non con risentimento.
Lo colpì un aneddoto che gli raccontai del Che, durante il nostro viaggio in Africa, dove trascorsi con lui vari giorni. Credo che fosse la sua ultima visita ufficiale in rappresentanza di Cuba. Continuava a consegnare tutto quello che gli regalavano, sentiva che nessun oggetto gli apparteneva, non faceva niente suo! Il suo distacco era straordinario. Curiosamente notai come solo uno dei regali che gli fecero nel deserto dell’Algeria, l’afferrò e lo tenne in mano fino all’Avana... Era un enorme ramo di albero di fico e, quando Fidel ci ricevette all’aeroporto, la prima cosa che il Che gli disse fu: "Qui ti ho portato un ramo di fico, perché so che ti piacciono". Questo racconto lo colpì tanto che me lo fece ripetere varie volte davanti alla sua gente.
Arnold Rodriguez aspira il suo tabacco; stringe l’acceleratore delle sensazioni...
- Fangio dormì in quelle ore meglio di noi, notò subito con quanta responsabilità ci prendevamo cura di lui. Il momento più teso lo vivemmo dopo la fine della Corsa. Passava il tempo e non riuscivamo ad effettuare il rilascio.
Se fosse successo qualcosa al campione avremmo fallito! Conoscendo la mentalità bestiale, barbara, del governo, sapevamo che se lo localizzavano prima della Corsa non gli avrebbero fatto niente e, a qualunque prezzo, lo avrebbero messo a correre, ma dopo la Corsa, non avrebbero esitato ad ammazzarlo, per screditarci...
Io ebbi la responsabilità diretta di creare i contatti e di consegnarlo personalmente.
Affinché il successo dell’Operazione fosse totale volevamo restituirlo alla Rappresentanza Ufficiale Argentina, all’Ambasciatore, decisione che anche Fangio preferiva. Ma l’Ambasciata era completamente circondata...
(*) Mi dissero che, al termine della Corsa, mi avrebbero lasciato andare. Io chiesi che comunicassero con l’Ambasciatore Argentino, per cercare un posto sicuro dove lasciarmi. Essi trattarono in tutti i modi di mettersi in contatto con l’Ambasciatore e con lui concordarono il posto.
- Erano passate più di due ore dal termine della Corsa e non riuscivamo ad effettuare la sua consegna. Oltre all’Ambasciata, pianificammo altre due opzioni.
Arnold, fa una "involata" verso la memoria...
- L’Avana sembrava una città morta, assediata. Da un lato il fatale incidente della Corsa che costò varie vite e dall’altro le camionette dei reparti repressivi di ogni tipo, alcuni anche con lo stemma di altre città.
Correvano dicerie insolite. Tutto emozionava!... "Fangio è apparso nel tal posto!".
Se non fossimo riusciti a restituirlo allo Stato Argentino, avevamo sotto osservazione un sacerdote, affiliato all’Unione Operaia Cattolica che manifestava tratti di resistenza alla tirannia. Lui non lo sapeva, ma glielo avremmo consegnato mettendo il fatto sotto il manto protettivo della Chiesa. La terza opzione era il Direttore della Rivista Boemia, un giornalista molto conosciuto a Cuba e all’estero.
Chi ci aiutò a localizzare l’Ambasciatore fu Ada Curié, moglie del futuro "Cancelliere della Dignità", Raúl Roa. Si concertò la consegna nell’appartamento dell’Addetto Militare Argentino che si trovava in viaggio. Agevolare così la sua restituzione avrebbe evidenziato il nostro potenziale potere.
Sembra comparire un’ultima "macchia d'olio" nell'imboccare il "rettilineo finale"...
- In macchina continuavamo a parlare, più per cercare un sottofondo ambientale che per tradurre un’idea. La doppia preoccupazione era che c’intercettasse la polizia durante il tragitto o che si trovasse nel posto convenuto... Non pensammo mai che ci tradisse l’Ambasciata, poiché, con noi, erano quelli più interessati alla sicurezza di Fangio.
Improvvisamente, accadde qualcosa che ci paralizzò. Al semaforo fra Viale Linea e Via 12, praticamente parallelamente a noi, si fermò una macchina della polizia; si produsse un silenzio denso, ma, per fortuna, alla luce verde, continuarono per la loro strada... Fangio che rifletteva opportunamente di fronte ad ogni evento, si mantenne impassibile.
Quando finalmente arrivammo, lui stesso ruppe la sepolcrale tensione in una maniera naturale e con un gesto molto cordiale, si avvicinò all’Ambasciatore: "Le presento i miei amici, i sequestratori!"... Io approfittai di quel breve istante per ribadirgli: "Campione, quando trionferà la Rivoluzione, lei sarà nostro invitato d’onore!". In seguito feci riferimento ad uno scritto in cui porgevamo le nostre scuse all’Ambasciatore, al paese ed ai parenti di Fangio. . .
(*) L'opinione che io posso dare è che il trattamento è stato buono. È difficile che possa riconoscerli, io vedo tanta gente durante il giorno che è molto difficile... Indubbiamente ritornerò a Cuba, perché no!?... Per questo motivo?... Queste sono cose che passano nella vita, no? Un aneddoto in più da raccontare!
- L’Ambasciatore lo avrebbe condotto personalmente nella sua residenza.
In maniera incredibile il 26 Luglio dell’anno seguente potemmo rivolgere l’invito a Juan Manuel: avevamo trionfato dieci mesi dopo il suo rapimento, il 1° Gennaio del 1959! Gli mandammo una lettera attraverso la nostra Ambasciata a Buenos Aires, ma non si trovava in Argentina... Mantenne l'impegno con noi e con se stesso due decenni più tardi! E riuscì a realizzare il suo sogno di avere un colloquio con Fidel. Un’altra Avana l’aspettava!
Nota dell’autore: pochi istanti dopo il rilascio, la Televisione molestò Juan Manuel Fangio con una provocatoria intervista. Sono riuscito ad accedere agli archivi di questo materiale storico, la cui essenza trascrivo nei paragrafi evidenziati: (*).
Circuiti e Orizzonti
Esattamente quello stesso giorno, il 24 febbraio del 1958, nella Sierra Maestra, la voce del Che annunciava l’inaugurazione di Radio Ribelle, stazione radio che da allora solca l'aria dell’Isola!
Coincidenza, casualità, premeditazione? Labirintiche curve che la Rivoluzione dovette estrarre a sorte per raggiungere la meta del trionfo.
Due esseri, nati nel sud di un continente secolarmente depredato, si relazionavano attraverso giovani ansiosi di cambiare l’asfissiante realtà che era toccata loro in sorte. I loro cuori battevano all’interno di un’isola sospesa ad un macabro pendolo che oscillava dalla sensualità della natura fino alla crudeltà dell’ingiustizia sofferta dai suoi abitanti...
Fangio continuò scivolando per le levigate piste della popolarità, giacché, nonostante quel 1958 smettesse di pilotare macchine da corsa, i suoi successi gli procurarono un riconoscimento permanente che, attualmente, trascendendo la sua morte ed è simbolizzato nel Museo Juan Manuel Fangio di Balcarce, sua città natale. Non pronunciò mai pubblicamente preferenze ideologiche, non arrischiò pensieri sul piano sociale come i "testa-coda" e le "derapate" di uno sport che ormai, nel suo apogeo, aveva un’alta dose di interessi commerciali.
Desta attenzione la decisione di mantenere l’impegno di tornare a Cuba, lodare il suo governo e la manifesta simpatia per quei rivoluzionari che gli propiziarono una perdita fugace della libertà alla meta finale dello straordinario regno automobilistico.
Il suo stile laconico e gioviale lo distinse durante tutta la sua vita, rafforzando la sorprendente impressione che invase i patrioti cubani che si servirono dall’immensa popolarità raggiunta in tanti campionati vinti con memorabili imprese sulle piste del pericolo, per avanzare nella loro lotta contro la tirannia.
Ernesto Guevara, era già il Che e si sentiva prossimo ad ergersi in: IL CHE; ammirato "dai poveri della terra" (con i quali decise giocare la sua fortuna, come José Martí) e rispettato oggi dall’immensa maggioranza della popolazione mondiale.
Come il gran poeta rivoluzionario del XIX secolo, la morte lo sorprese mentre combatteva per redimere la vergognosa marginalità degli umili, ma, entrambi geni degli autentici valori umani, benché cadessero nella pienezza dalle loro vite, riuscirono a lasciare un’impronta di incalcolabile ricchezza esistenziale, filosofica, culturale e politica.
Ammiratore dell’opera del "Maestro" Martí, Guevara, con la sua consegna ed il suo talento, ha lasciato un apporto speciale al movimento rivoluzionario mondiale, il quale, ancora, ci riserva nuove scoperte teoriche e fruttuose soluzioni per trovare il sentiero più rapido che conduca all’eliminazione delle abissali disuguaglianze sociali che oggi si soffrono.
Quel febbraio del 1958, due argentini, un uomo nato in Balcarce, di 46 anni, che cominciava a ritirarsi dall’attività principale che rappresentò la sua passione, e l’altro, di Rosario, che non arrivava ancora a compiere il terzo decennio di vita, senza conoscersi, cooperavano nell’accelerare gli avvenimenti che avrebbero cambiato la rotta de "La Maggiore delle Antille", la partoriente Isola dei nuovi tempi.
Hector Celano