Soñar Horizontes

Los que tenemos la responsabilidad de haber sido amigos de hombres, de personas, que por alguna causa se ven un poco por encima de la media de la humanidad común, tenemos dos grandes compromisos: El primero, ser fieles a esa amistad que alguna vez nos brindaron. El segundo no olvidarse que el hombre es eso, un hombre. Evitar que por cariño, por admiración, por exageración de los hechos, lo transformemos en un ser casi metafísico. Ese Che de carne y hueso está cada día más presente en mí, con sus dichos, con su política...

Conversación con H. C. Sancti Spíritus, Cuba - Junio 13 de 1998

Alberto Granado



Vámonos, ardiente profeta de la aurora por recónditos senderos inalámbricos a liberar el verde caimán que tanto amas.

Fragmento del poema Canto a Fidel

Ernesto "Che" Guevara




El rojo violento de las flores

Morder la tierra
Comer la lejanía
-trocito en resplandor abrazando su braza-
Ya de la sierra andaba la piel en el relieve
la memoria del humus
el viento con sus lluvias
y el vértigo en la estampa

Apartado del cielo austral
nada es ajeno
La misma libertad maternal en el verde
por el trino y el vuelo
Un eterno equilibrio desnuda los secretos
del amor primitivo, sus riesgos, los peligros
El Hombre con sus varas: lo puro y lo siniestro

Solo la tierra es dueña de sus ondulaciones
y todo cuánto late le sabe y pertenece
A la primer traición allá en Las Coloradas*
le tendió un caminito
y un útero por cráter
donde guardar los huesos
con la caja de balas
La Pacha** dio otra vida al doctor guerrillero
y la gente empezó a amparar
esa pequeña vela en resplandor

Allí, los campesinos en la Sierra Maestra
le mostraron al Che y a los sobrevivientes
que en la senda escarpada, sinuosa, impredecible
ardía la quimera de La Revolución.

* Las Coloradas: Sitio de la costa oriental de Cuba donde desembarcaron los expedicionarios comandados por Fidel.
** Pacha: Abreviatura de Pachamama.


Escambray

Al Che, El Vaquerito y todos los
Integrantes de la Columna 8.
Ciro Redondo


Recuerdas, Santa Clara, querida
aquellas botas
La humedad de los pies entre los cueros
Los pasos empapados en la senda
La fe abigarrada en los harapos

Cuánta fe, Santa Clara, en las vertientes
bajando claramente
santamente humana la embriaguez

Porque del Escambray hasta tus vías
faltaba una ilusión enormemente joven,
más grande que esos bosques
más ilusión que todas las lecturas
que toda comandancia
de altura tentadora

Había que mirarte, Santa Clara,
con hambre de camino
Había que pisarte con las botas mojadas
y el dolor casi al filo ardiente
de la locura eterna

Había que tocarte
con aire de gorrión sobre la rama
y besarte besarte por siempre
el corazón.


Signo primero del dipertar de América

Fue un brote, solamente,
más no el descuido fugaz de la ventisca.
Un brote
impertinente, clandestino del tiempo
y su ceniza
Fue la brecha del sueño en lo posible;
desafiante certeza de la vida,
apronte de la siembra,
no el espontáneo surco del rayo hacia la tierra

Se acurrucó en la isla por su savia dispuesta.
Parió todo el milagro que se incuba en un brote
con la alborada presta en panes, en colegios
y el fusil necesario si la flor trastabilla

Teorizantes enemigos, puristas amigables,
vieron crecer el árbol protegido por hombres
y por madres de hombres, hijas, novias de hombres.

Cómo añoran talarlo los dueños de la envidia,
pero temen, hoy temen ¡está pleno de nidos!
le bailan sus semillas
Es un árbol que canta,
canta canta erguido
y combate.

En un lugar de la Sierra Maestra, abril de 1999.


Cartas

Llegan noticias
Amigable nueva
la vida abre sus brazos
Candela el corazón vuelca sus chispas
por la isleña pasión
en flor de tango

Llegan noticias de la dulce Cuba
Se engajan las palabras
reverdecen retoños musicantes
Surcan la pampa del amor
anidan
cobijan la nostalgia por cielos fatigados
apichonan violines de alas níveas

Hay mundos en el mundo tan floridos
donde las manos trenzan primaveras
allí amanece este país desnudo
sin fronteras y nuestro
único
nuestro

Semillas los latidos viajan
con cadencias de acordes
Migran
Trastocan desazones en sonrisas
petrifican el fuego
y tallan con lo terráqueo del poema
machimbres de raíces
a los cuerpos.


Badajo de la furia

El júbilo, se sabe, tuvo marcha de sueño,
canción de muchedumbre, desborde
Un festejo de mundo estremeció la Isla
recalentó los puños
partió la Guerra Fría con un trazo candente

Caribeño y latino el corazón enciende el orbe
desde lo marginal
Barrios ciegos bohíos
y la gente lo propiamente Pueblo
alzando entre sus hombros
la juventud valiente
la antigua procesión del fuego
su herencia entre los sabios
La escritura del pobre,
el verdadero salmo del humano secreto
escondido en la roca preservado
en el vientre mineral del trabajo
No llovido del cielo

Guillén en Buenos Aires y El Indio Naborí en el terruño
inmolaron sus versos
quemaron las gargantas
ofrendaron sus leñas al son del sol
al sol del son
cantaron el guateque* la proeza pariendo
Toda la voz coral del pueblo abrió las calles

Comenzaba la ardua caminata
mucho más empinada ascensión que las sierras

El olvido se daba en recobrar su sangre
por pintarle a la Historia
su encendido pregón.

* Guateque:Voz del Caribe. Baile bulliciosos, fiesta, jolgorio.


Isla Hembra

Sube por el contorno
del resplandor que llevas
el iris musical de cálidas regiones

Te siembran lunas solas
entre playas y riscos
con semental aroma de eruptivas praderas

Tu cuerpo es tierra y greda
amasado a la lluvia
y un alfarero el tiempo
modelando la luz
que en vos vuelca la forma
femenina del sueños

Tu tropical silencio
presagia un vendaval
de amor por las entrañas
Niña joven que andas
desnuda caribeña
de pechos enlunados
iluminando América.


Miel derretida

Consolidar el fruto tomado de las lluvias
Reponerse de noches sin estrellas y ver
Mirar el horizonte a hurtadillas
sin tiempo de aclarar
Febrilmente sorbido por el día

Escuchar consejos ideolímpidos
de pontificadores
que siempre se presentan después de la victoria
Esperar contraataques contraatacar
a golpe de tesón

Un puñado de jóvenes enarbolando vientos
Un pueblo hombreando jóvenes intrépidos

Estudiar
Caminar los sinuosos senderos entre párrafos
no extraviarse del norte redentor
Construir la familia
Enfrentar todo frente
donde se juegue el alma
¿Qué más?! ¡Ordene Comandante!...
Esto recién comienza...

Héctor Celano




Noi che abbiamo la responsabilità di essere stati amici di uomini, di persone che per qualche motivo sono un po’ al di sopra della media dell’umanità comune abbiamo due grandi impegni: in primo luogo essere fedeli a quell’amicizia che una volta ci offrirono. In secondo luogo non dimenticare che l’uomo è questo, un uomo. Evitare di trasformarlo, per affetto, per ammirazione, per esagerazione dei fatti, in un essere quasi metafisico... Quel Che in carne ed ossa è ogni giorno più presente in me, con i suoi detti, con la sua politica...".

Conversazione con H. C. Sancti Spíritus, Cuba – 13 giugno del 1998

Alberto Granado


Andiamo, ardente profeta dell’aurora per reconditi sentieri senza recinti a liberare il verde caimano che tanto ami.

Frammento della poesia Canto a Fidel
Ernesto "Che" Guevara



Il rosso violento dei fiori

Mordere la terra
Mangiare la lontananza
-pezzo in splendore abbracciando la sua brace-
Già della montagna andava nel profilo la pelle
la memoria dell’ humus
il vento con le sue piogge
e la vertigine nella figura

Appartato del cielo australe
niente è altrui
La stessa libertà materna nel verde
per il trillo ed il volo
Un eterno equilibrio denuda i segreti
dell’amore primitivo, i suoi rischi, i pericoli
L’Uomo con le sue bacchette: il puro ed il sinistro

Solo la terra è padrona delle sue ondulazioni
e tutto quello che palpita l’insaporisce e le appartiene
Al primo tradimento là in Las Coloradas*
le tese una strada
ed un utero per cratere
dove conservare le ossa
con la scatola di pallottole
La Pacha** diede un’altra vita al dottore guerrigliero
e la gente incominciò a proteggere
quella piccola candela in splendore

Lì, i contadini nelle Sierra Maestra
mostrarono al Che ed ai sopravvissuti
che nel sentiero scosceso, sinuoso, all’improvviso
ardeva la chimera de La Rivoluzione.

* Las Coloradas: sito della costa orientale di Cuba dove sbarcarono gli spedizionari comandati da Fidel.
** Pacha: abbreviazione di Pachamama.


Escambray

Al Che, El Vaquerito e tutti i
partecipanti della Colonna 8
Ciro Redondo.


Ricordi, Santa Clara, cara
quegli stivali
L’umidità dei piedi tra i cuoi
I passi inzuppati nel sentiero
La fede screziata negli stracci

Quanta fede, Santa Clara, nei versanti
scendendo luminosamente
santamente umana l’ubriachezza

Perché dall’Escambray fino alle tue vie
mancava un’illusione enormemente giovane,
più grande di quei boschi
più illusione che tutte le letture
che ogni comando
di tentatrice altezza

Bisognava guardarti, Santa Clara,
con fame di cammino
Bisognava calpestarti con gli stivali bagnati
ed il dolore quasi a filo ardente
della pazzia eterna

Bisognava toccarti
con aria di passero sul ramo
e baciarti baciarti per sempre
il cuore.


Primo segno del risveglio d'America

Fu un germoglio, solamente,
ma non la disattenzione fugace della tormenta.
Un germoglio
impertinente, clandestino del tempo
e la sua cenere
Fu per quanto possibile la breccia del sonno;
sfidante certezza della vita,
l’approssimarsi della semina,
non lo spontaneo solco del raggio verso la terra

Si accoccolò nell’isola per la sua linfa disposta.
Partorì tutto il miracolo che si prepara in un germoglio
con l’alba pronta in pani, in scuole
ed il fucile necessario se il fiore incespica

Teorizzatori nemici, puristi amichevoli,
videro crescere l’albero protetto per uomini
e per madri di uomini, figlie, fidanzate di uomini.

Come sentono la voglia di abbatterlo i padroni dell’invidia,
ma temono, oggi temono così pieno di nidi!
gli ballano i suoi semi
È un albero che canta, canta
canta eretto
e combatte.

In un posto dellla Sierra Maestra, aprile del 1999.


Lettere

Arrivano nuove
Amichevole notizia
la vita apre le sue braccia
Candela il cuore rovescia le sue scintille
per l’insulare passione
in fiore di tango

Arrivano notizie dalla dolce Cuba
Si intrecciano le parole
rinverdiscono germogli musicanti
Solcano la pampa dell’amore
nidificano
custodiscono la nostalgia per cieli spossati
covano violini di ali nivee

Ci sono mondi nel mondo tanto fioriti
dove le mani intrecciano primavere
lì albeggia questo paese nudo
senza frontiere e nostro
unico
nostro

Semi i battiti viaggiano
con cadenze di accordi
Migrano
Mutano rassegnazione in sorrisi
pietrificano il fuoco
ed intagliano con il terracqueo del poema
fasci di radici
ai corpi.


Scampanio della furia

Il giubilo, si sa, ebbe marcia di sonno,
canzone di moltitudine, traboccare
Un festeggiamento di mondo scosse l’Isola
riscaldò i pugni
partì la Guerra Fredda con un tratto incandescente

Caraibico e latino il cuore infiamma il mondo
dal marginale
Quartieri ciechi capanne
e la gente propriamente il Popolo
alzando sulle sue spalle
la gioventù coraggiosa
l’antica processione del fuoco
la sua eredità tra i saggi
La scrittura del povero,
il vero salmo dell’umano segreto
nascosto nella roccia preservato
nel ventre minerale del lavoro
Non piovuto dal cielo

Guillén in Buenos Aires e l’Indio Naborí nella sua terra
immolarono i loro versi
bruciarono le gole
offrirono la loro legna al son del sole
al sole del son
cantarono il guateque* la prodezza partorendo
Tutta la voce corale del popolo aprì le strade

Cominciava l’ardua camminata
molto più ripida ascensione che le montagne

La dimenticanza si dava a recuperare il suo sangue
per dipingere alla Storia
il suo acceso bando.

* Guateque: Voce dei caraibi, festa, ballo.


Isola femmina

Sale per il contorno
dello splendore che porti
l’iride musicale di calde regioni

Ti seminano lune sole
tra spiagge e dirupi
con aroma di semina di eruttive praterie
Il tuo corpo è terra e creta
impastato alla pioggia
ed un vasaio il tempo
modellando la luce
che a te rovescia la forma
femminile del sogno

Il tuo tropicale silenzio
presagisce un uragano
di amore per le viscere
Bambina giovane che vai
nuda caraibica
dai seni inlunati
illuminando l’America.


Miele sciolto

Consolidare il frutto preso delle piogge
Riprendersi da notti senza stelle e vedere
Guardare di nascosto l’orizzonte
senza tempo di schiarire
Febbrilmente sorbito dal giorno

Ascoltare consigli ideolimpidi
Di pontificatori
che si presentano sempre dopo la vittoria
Aspettare contrattacchi contrattaccare
a colpo di costanza

Un pugno di giovani inalberando venti
Un paese vantando giovani intrepidi

Studiare
Camminare i sinuosi sentieri tra paragrafi
non perdersi nel nord redentore
Costruire la famiglia
Affrontare ogni fronte
dove si giochi l’anima
Che più?! Ordini Comandante!...
Appena questo comincia...

Héctor Celano

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