Ja-ja-ja... Pero aquel no soy yo. ¡Y si yo llego, paso al explosivo! Uno, diez, ciento Marcos. ¡TODOS SOMOS MARCOS! D*
A un año del alzamiento zapatista, hoy decimos:
¡La patria vive! ¡Y es nuestra! Hemos sido desgraciados, es verdad; la suerte nos ha sido adversa muchas veces, pero la causa de México, que es a causa del derecho y de la justicia, no ha sucumbido, no ha muerto y no morirá porque existen aún mexicanos esforzados, en cuyos corazones late el fuego santo del patriotismo y, en cualquier punto de la república en que existan empuñando las armas y el pabellón nacional, allí como aquí, existirá viva y enérgica la protesta del derecho contra la fuerza.
Compréndalo bien el hombre incauto que ha aceptado la triste misión de ser el instrumento para esclavizar a un pueblo libre: su trono vacilante no descansa sobre la voluntad libre de la Nación, sino sobre la sangre y los cadáveres de millares de mexicanos que ha sacrificado sin razón y sólo porque defendían su libertad y sus derechos.
Mexicanos: los que tenéis la desgracia de vivir bajo el dominio de la usurpación, no os resignéis a soportar el yugo de oprobio que pesa sobre vosotros. No os alucinéis con las pérfidas insinuaciones de los partidarios de los hechos consumados, porque ellos son y han sido siempre los partidarios del despotismo. La existencia del poder arbitrario es una violación permanente del derecho y de la justicia, que ni el tiempo, ni las armas pueden justificar jamás y que es preciso destruir para honor de México y de la humanidad.
"Manifiesto: en pie y resueltos como el primer día"
Benito Juárez, enero de 1995, Chihuahua.
Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo: Hermanos:
El día 1o. de enero de 1994 dimos a conocer la Primera Declaración de la Selva Lacandona. El día 10 de junio de 1994 lanzamos la Segunda Declaración de la Selva Lacandona. A la una y a la otra las animó el afán de lucha por la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos.
En la primera llamamos al pueblo mexicano a alzarse en armas en contra del mal gobierno, principal obstáculo para el tránsito a la democracia en nuestro país. En la segunda llamamos a los mexicanos a un esfuerzo civil y pacífico, a través de la Convención Nacional Democrática, para lograr los cambios profundos que la Nación demanda.
Mientras el supremo gobierno mostraba su falsedad y su soberbia, nosotros, entre uno y otro manifiesto, nos esforzamos por mostrar al pueblo de México nuestro sustento social, la justeza de nuestras demandas y la dignidad que anima nuestra lucha. Nuestras armas callaron entonces y se hicieron a un lado para que la lucha legal mostrara sus posibilidades... y sus limitaciones. A partir de la Segunda Declaración de la Selva Lacandona, el EZLN intentó, por todos los medios, evitar el reinicio de las hostilidades y buscó una salida política, digna y justa, para resolver las demandas plasmadas en los 11 puntos de nuestro programa de lucha: vivienda, tierra, trabajo, alimentación, salud, educación, justicia, independencia, libertad, democracia y paz.
El proceso preelectoral de agosto de 1994 trajo la esperanza, en amplios sectores del país, de que el tránsito a la democracia era posible por la vía electoral. Sabiendo que las elecciones no son, en las condiciones actuales, el camino del cambio democrático, el EZLN mandó obedeciendo al hacerse a un lado para dar oportunidad de lucha a las fuerzas políticas legales de oposición. El EZLN empeñó su palabra y su esfuerzo, entonces, en la búsqueda del tránsito pacífico a la democracia. A través de la Convención Nacional Democrática, el EZLN llamó a un esfuerzo civil a pacífico que, sin oponerse a la lucha electoral, no se agotara en ella y buscara nuevas formas de lucha que incluyeran a más sectores democráticos en México y se enlazara con movimientos democratizadores en otras partes del mundo. El 21 de agosto vino a terminar con las ilusiones de un cambio inmediato por la vía pacífica. Un proceso electoral viciado, inmoral, inequitativo e ilegítimo culminó en una nueva burla a la buena voluntad de los ciudadanos. El sistema de partido de Estado reafirmó su vocación antidemocrática e impuso, en todas partes y a todos los niveles, su voluntad soberbia. Frente a una votación sin precedentes, el sistema político mexicano optó por la imposición y cortó, así, las esperanzas en la vía electoral. Informes de la Convención Nacional Democrática, Alianza Cívica y la Comisión de la Verdad sacaron a la luz lo que ocultaban, con vergonzosa complicidad, los grandes medios de comunicación: un fraude gigantesco. La multitud de irregularidades, la inequidad, la corrupción, el chantaje, la intimidación, el hurto y la falsificación, fueron el marco en el que se dieron las elecciones más sucias de la historia de México. Los altos porcentajes de abstencionismo en las elecciones locales en los estados de Veracruz, Tlaxcala y Tabasco demuestran que el escepticismo civil volverá a reinar en México. Pero, no conforme con esto, el sistema de partido de Estado volvió a repetir el fraude de agosto imponiendo gobernadores, presidentes municipales y congresos locales. Como a finales del siglo XIX, cuando los traidores hicieron "elecciones" para avalar la intervención francesa, hoy se dice que la Nación saluda con beneplácito la continuación de la imposición y el autoritarismo. El proceso electoral de agosto de 1994 es un crimen de Estado. Como criminales deben ser juzgados los responsables de esa burla.
Por otro lado el gradualismo y la claudicación aparecen en las filas de la oposición que acepta el ver diluido un gran fraude en multitud de pequeñas "irregularidades". Vuelve a aparecer la gran disyuntiva en la lucha democratizadora en Mexico: la prolongación de una agonía por la apuesta a un tránsito "sin dolor" o el tiro de gracia cuyo destello ilumine el camino de la democracia.
El caso chiapaneco sólo es una de las consecuencias de este sistema político. Haciendo caso omiso de los anhelos del pueblo de Chiapas, el gobierno repitió la dosis de imposición y prepotencia.
Enfrentado a una amplia movilización de repudio, el sistema de partido de Estado optó por repetir hasta la saciedad la mentira de su triunfo y exacerbó lasa confrontaciones. La polarización presente en el escenario del sureste mexicano es responsabilidad del gobierno y demuestra su incapacidad para resolver, con profundidad, los problemas políticos y sociales de México. Mediante la corrupción y la represión tratan de resolver un problema que sólo tiene solución reconociendo el triunfo legítimo de la voluntad popular chiapaneca. El EZLN se mantuvo, hasta entonces, al margen de las movilizaciones populares, a pesar de que éstas enfrentaron una gran campaña de desprestigio y de represión indiscriminada.
Esperando señales de voluntad gubernamental para una solución política, justa y digna, al conflicto, el EZLN vio, impotente, como los mejores hijos de la dignidad chiapaneca eran asesinados, encarcelados y amenazados, vio como sus hermanos indígenas en Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Chihuahua, y Veracruz eran reprimidos y recibían burlas como respuestas a sus demandas de solución a sus condiciones de vida.
En todo este período, el EZLN resistió no sólo el cerco militar y las amenazas e intimidaciones de las fuerzas federales, también resistió una campaña de calumnias y mentiras. Como en los primeros días del año de 1994, se nos acusó de recibir apoyo militar y financiamiento extranjero, se nos trató de obligar a deponer nuestras banderas a cambio de dinero y puestos gubernamentales, se trató de quitar legitimidad a nuestra lucha diluyendo la problemática nacional en el marco local indígena.
Mientras tanto, el supremo gobierno preparaba la solución militar a la rebeldía indígena chiapaneca y la Nación se sumia en la desesperanza y el fastidio. Engañando con una supuesta voluntad de diálogo que sólo escondía el deseo de liquidar al movimiento zapatista por asfixia, el mal gobierno dejaba pasar el tiempo y la muerte en las comunidades indígenas de todo el país.
Mientras tanto, el Partido Revolucionario Institucional, brazo político del crimen organizado y el narcotráfico, continuaba su fase de descomposición más aguda al recurrir al asesinato como método de solución de sus pugnas internas. Incapaz de un diálogo civilizado a su interior, el PRI ensangrentaba el suelo nacional. La vergüenza de ver usurpados los colores nacionales en el escudo del PRI sigue para todos los mexicanos.
Viendo que el gobierno y el país volvían a cubrir con el olvido y el desinterés a los habitantes originales de estas tierras, viendo que el cinismo y la desidia volvían a apoderarse de los sentimientos de la Nación y que, además de sus derechos a las condiciones mínimas de vida digna, se negaba a los pueblos indios el derecho a gobernar y gobernarse según su razón y voluntad, viendo que se volvía inútil la muerte de los muertos nuestros, viendo que no nos dejaban otro camino, el EZLN se arriesgó a romper el cerco militar que lo contenía y marchó en auxilio de otros hermanos indígenas que, agotadas las vías pacíficas, se sumían en la desesperación y la miseria. Buscando a toda costa el evitar ensangrentar el suelo mexicano con sangre hermana, el EZLN se vio obligado a llamar la atención nuevamente de la Nación sobre las graves condiciones de vida indígena mexicana, especialmente de aquellos que se suponían que ya habían recibido el apoyo gubernamental y, sin embargo, siguen arrastrando la miseria que heredan, año con año, desde hace más de 5 siglos. Con la ofensiva de diciembre de 1994, el EZLN buscó mostrar, a México y al mundo, su orgullosa esencia indígena y lo irresoluble de la situación social local si no se acompaña de cambios profundos en las elaciones políticas, económicas y sociales en todo el país.
La cuestión indígena no tendrá solución si no hay una transformación RADICAL del pacto nacional. La única forma de incorporar, con justicia y dignidad, a los indígenas a la Nación, es reconociendo las características propias en su organización social, cultural y política. Las autonomías no son separación, son integración de las minorías más humilladas y olvidadas en el México contemporáneo. Así lo ha entendido el EZLN desde su formación y así lo han mandado las bases indígenas que forman la dirección de nuestra organización.
Hoy lo repetimos: NUESTRA LUCHA ES NACIONAL.
Se nos ha criticado que los zapatistas pedimos mucho, que debemos conformarnos con las limosnas que nos ofreció el mal gobierno. Aquel que está dispuesto a morir por una causa justa y legítima, tiene derecho a pedirlo todo. Los zapatistas estamos dispuestos a ofrendar lo único que tenemos, la vida, para exigir democracia, libertad y justicia para todos los mexicanos.
Hoy reafirmamos: ¡PARA TODOS TODO, NADA PARA NOSOTROS!
Al finalizar el año de 1994 explotó la farsa económica con que el salinismo había engañado a la Nación y a la comunidad internacional. La patria del dinero llamó a su seno a los grandes señores del poder y la soberbia, y ellos no dudaron en traicionar el suelo y el cielo en el que lucraban con la sangre mexicana. La crisis económica despertó a los mexicanos del dulce y embrutecedor sueño del ingreso al primer mundo. La pesadilla de desempleo, carestía y miseria será ahora más aguda para la mayoría de los mexicanos.
Este año que termina, 1994, acabó de mostrar el verdadero rostro del sistema brutal que nos domina. El programa político, económico, social y represivo del neoliberalismo ha demostrado su ineficacia, su falsedad y la cruel injusticia que es su esencia. El neoliberalismo como doctrina y realidad debe ser arrojado, ya, al basurero de la historia nacional.
HERMANOS:
Hoy, en medio de esta crisis, es necesaria la acción decidida de todos los mexicanos honestos para lograr un cambio real y profundo en los destinos de la Nación.
Hoy, después de haber llamado primero a las armas y posteriormente a la lucha civil y pacífica, llamamos al pueblo de México a luchar POR TODOS LOS MEDIOS, EN TODOS LOS NIVELES Y EN TODAS PARTES, por la democracia, la libertad y la justicia, a través de esta...
TERCERA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA
en la que llamamos a todas las fuerzas sociales y políticas del país, a todos los mexicanos honestos, a todos aquellos que luchan por la democratización de la vida nacional, a la formación de un MOVIMIENTO PARA LA LIBERACIÓN NACIONAL incluyendo a l Convención Nacional Democrática y a TODAS las fuerzas que, sin distinción de credo religioso, raza o ideología política, están en contra del sistema de partido de Estado. Este Movimiento para la Liberación Nacional luchará de común acuerdo, por todos los medios y en todos los niveles, por la instauración de un gobierno de transición, un nuevo constituyente, una nueva carta magna y la destrucción del sistema de partido de Estado. Llamamos a la Convención Nacional Democrática y al ciudadano Cuuahtémoc Cárdenas Solórzano a encabezar este Movimiento para la Liberación Nacional, como frente amplio de oposición.
LLAMAMOS A LOS OBREROS DE LA REPÚBLICA, A LOS TRABAJADORES DEL CAMPO Y DE LA CIUDAD, A LOS COLONOS, A LOS MAESTROS Y ESTUDIANTES DE MÉXICO, A LAS MUJERES MEXICANAS, A LOS JÓVENES DE TODO EL PAÍS, A LOS ARTISTAS E INTELECTUALES HONESTOS, A LOS RELIGIOSOS CONSECUENTES, A LOS MILITANTES DE BASE DE LAS DIFERENTES ORGANIZACIONES POLÍTICAS a que, en su medio y por las formas de lucha que consideren posibles y necesarias, luchen por el fin del sistema de partido de Estado incorporándose a la CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA si no tienen partido, y al Movimiento para la Liberación Nacional si militan en alguna de las fuerzas políticas de oposición.
Por lo tanto, en cumplimiento con el espíritu de esta TERCERA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA, declaramos que:
Primero. Se le retira al gobierno federal la custodia de la Patria.
La Bandera de México, la ley suprema de la Nación, el Himno Mexicano y el Escudo Nacional estarán ahora bajo el cuidado de las fuerzas de la resistencia hasta que la legalidad, la legitimidad y la soberanía sean restauradas en todo el territorio nacional.
Segundo. Se declara válida la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos original, expedida el 5 de febrero de 1917, incorporando a ella Las Leyes Revolucionarias de 1993 y los Estatutos de Autonomía incluyente para las regiones indígenas, y se decreta el apego a ella hasta que se instaure el nuevo constituyente y se expida una nueva carta magna.
Tercero. Se llama a la lucha por el reconocimiento como «gobierno de transición a la democracia» al que se doten por sí mismas las distintas comunidades, organizaciones sociales y políticas, manteniendo el pacto federal acordado en la constitución de 1917, y se incluyan, sin importar credo religioso, clase social, ideología política, raza o sexo, en el Movimiento para la Liberación Nacional.
El EZLN apoyará a la población civil en la tarea de restaurar la legalidad, el orden, la legitimidad y la soberanía nacionales, y en la lucha por la formación e instauración de un gobierno nacional de transición a la democracia con las siguientes características:
1. Que liquide al sistema de partido de Estado y separe realmente al gobierno del PRI.
2. Que reforme la ley electoral en términos que garanticen: limpieza, credibilidad, equidad, participación ciudadana no partidaria y no gubernamental, reconocimiento de todas las fuerzas políticas nacionales, regionales o locales, y que convoque a nuevas elecciones generales en la federación.
3. Que convoque a un constituyente para la creación de una nueva constitución.
4. Que reconozca las particularidades de los grupos indígenas, reconozca su derecho a la autonomía incluyente y su ciudadanía.
5. Que vuelva a orientar el programa económico nacional, haciendo a un lado el disimulo y la mentira, y favoreciendo a los sectores más desposeídos del país, los obreros y campesinos, que son los principales productores de la riqueza que otros se apropian.
HERMANOS:
La paz vendrá de la mano de la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos. No puede nuestro paso encontrar la paz justa que nuestros muertos reclaman si es a costa de nuestra dignidad mexicana. La tierra no tiene reposo y camina en nuestros corazones. La burla a nuestros muertos pide luchar para lavar su pena. Resistiremos. El oprobio y la soberbia serán derrotados.
Como con Benito Juárez frente a la intervención francesa, la Patria marcha ahora de lado de las fuerzas patriotas, contra las fuerzas antidemocráticas y autoritarias.
Hoy decimos:
¡La Patria vive! ¡Y es nuestra!
¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano CCRI-CG del EZLN
Subcomandante Insurgente Marcos
Terza Dichiarazione della Selva Lacandona
Ad un anno dall'insurrezione zapatista, oggi diciamo:
La patria vive! Ed è nostra! Siamo stati sfortunati, è la verità; la fortuna c'è stata avversa molte volte, ma la causa del Messico che è la causa del diritto e della giustizia, non è stata sopraffatta, non è morta e non morirà perché esistono ancora messicani che si impegnano, nei cui cuori batte il fuoco sacro del patriottismo e, in qualunque parte della repubblica, verranno impugnate le armi ed il vessillo nazionale, lì come qui, esisterà viva ed energica la protesta del diritto contro la forza.
Lo comprenda bene l'uomo incauto che ha accettato la triste missione di essere lo strumento per schiavizzare un popolo libero: il suo trono vacillante non poggia sulla libera volontà della Nazione, bensì sul sangue e sui cadaveri di migliaia di messicani che ha sacrificato senza alcuna ragione e solo perché difendevano la loro libertà ed i loro diritti.
Messicani: voi che avete la disgrazia di vivere sotto il dominio dell'usurpazione, non rassegnatevi a sopportare il giogo dell’obbrobrio che pesa su di voi. Non allucinate per le perfide insinuazioni dei sostenitori dei fatti compiuti, perché loro sono e sono sempre stati i sostenitori del dispotismo. L'esistenza del potere arbitrario è una violazione permanente del diritto e della giustizia che né il tempo, né le armi possono mai giustificare e che è necessario distruggere in onore del Messico e dell'umanità.
"Manifesto: in piedi e risoluti come quel primo giorno"
Benito Juárez, gennaio 1869, Chihuahua
Al popolo del Messico
Ai popoli e governi del mondo
Fratelli:
Il 1° gennaio 1994 abbiamo diffuso la Prima Dichiarazione della Selva Lacandona. Il 10 giugno 1994 abbiamo lanciato la Seconda Dichiarazione della Selva Lacandona. L'una e l'altra sono state animate dall'affanno di lottare per la democrazia, la libertà e la giustizia per tutti i messicani.
Nella prima abbiamo chiamato il popolo messicano a sollevarsi in armi contro il malgoverno, principale ostacolo per il passaggio alla democrazia nel nostro Paese. Nella seconda abbiamo chiamato i messicani ad un sforzo civile e pacifico, attraverso la Convenzione Nazionale Democratica, per ottenere i cambiamenti profondi richiesti dalla Nazione.
Mentre il supremo governo mostrava la sua falsità e la sua superbia, noi, tra un manifesto e l’altro, ci siamo sforzati di mostrare al popolo del Messico il nostro sostegno sociale, la giustezza delle nostre richieste e la dignità che anima la nostra lotta. Le nostre armi hanno allora taciuto e si sono messe da parte affinché la lotta legale mostrasse le sue possibilità... ed i suoi limiti. A partire dalla Seconda Dichiarazione della Selva Lacandona, l'EZLN ha tentato, in tutti i modi, di evitare di dover riprendere le ostilità ed ha cercato una via d’uscita politica, degna e giusta, per risolvere le rivendicazioni riportate negli 11 punti del nostro programma di lotta: casa, terra, lavoro, alimentazione, salute, educazione, giustizia, indipendenza, libertà, democrazia e pace.
Il processo pre-elettorale dell’agosto 1994 aveva portato la speranza, in ampi settori del Paese, che fosse possibile il passaggio alla democrazia per la via elettorale. Sapendo che le elezioni non sono, nelle condizioni attuali, la strada verso il cambiamento democratico, l'EZLN ha comandato obbedendo, mettendosi da parte, per dare un’opportunità di lotta alle forze politiche legali di opposizione. L'EZLN ha impegnato la sua parola ed il suo sforzo, allora, nella ricerca del passaggio pacifico alla democrazia. Attraverso la Convenzione Nazionale Democratica, l'EZLN ha richiamato ad un sforzo civile e pacifico che, senza opporsi alla lotta elettorale, non si esaurisse in essa e cercasse nuove forme di lotta che includessero più settori democratici in Messico e si unisse a movimenti democratizzatori in altre parti del mondo. Il 21 agosto sono terminate le illusioni di un cambiamento immediato per via pacifica. Un processo elettorale viziato, immorale, iniquo ed illegittimo è culminato in una nuova burla alla buona volontà dei cittadini. Il sistema del partito di Stato ha riaffermato la sua vocazione antidemocratica ed ha imposto, ovunque ed a tutti i livelli, l’arroganza del suo volere. Di fronte ad una votazione senza precedenti, il sistema politico messicano ha optato per l'imposizione tagliando, così, le speranze nella via elettorale. Documenti della Convenzione Nazionale Democratica, di Alleanza Civica e della Commissione della Verità hanno portato alla luce ciò che nascondevano, con vergognosa complicità, i grandi mezzi di comunicazione: una frode gigantesca. La molteplicità di irregolarità, l'iniquità, la corruzione, il ricatto, l'intimidazione, il furto e la falsificazione, sono stati il quadro dentro il quale sono avvenute le elezioni più sporche della storia del Messico. Le alte percentuali di astensionismo nelle elezioni locali negli stati di Veracruz, Tlaxcala e Tabasco dimostrano che lo scetticismo civile tornerà a regnare in Messico. Ma, non soddisfatto di ciò, il sistema del partito di Stato è tornato a ripetere la frode di agosto imponendo governatori, presidenti municipali e parlamenti locali. Come alla fine del secolo XIX, quando i traditori fecero delle "elezioni" per avallare l'intervento francese, oggi si dice che la Nazione saluta con beneplacito la continuazione dell'imposizione e dell'autoritarismo. Il processo elettorale dell’agosto 1994 è un crimine di Stato. Come criminali devono essere giudicati i responsabili di quella burla.
D'altra parte il gradualismo e la claudicazione appaiono nelle file dell'opposizione che accetta di vedere diluita una grande frode nella molteplicità di piccole "irregolarità". Torna ad apparire la grande alternativa nella lotta democratizzatrice in Messico: il prolungamento di un'agonia nella scommessa di un passaggio "indolore" o il colpo di grazia, la cui scintilla illumini il cammino verso la democrazia.
Il caso chiapaneco è solo una delle conseguenze di questo sistema politico. Non tenendo conto degli aneliti del popolo del Chiapas, il governo ha ripetuto le dosi di imposizione e prepotenza.
Di fronte ad un'ampia mobilitazione di rifiuto, il sistema del partito di Stato ha optato per ripetere fino alla nausea la menzogna del suo trionfo ed ha esacerbato lo scontro. La polarizzazione presente nello scenario del sudest messicano è responsabilità del governo e dimostra la sua incapacità a risolvere, alle radici, i problemi politici e sociali del Messico. Mediante la corruzione e la repressione tentano di risolvere un problema che ha soluzione solo col riconoscimento del trionfo legittimo della volontà popolare chiapaneca. L'EZLN si è mantenuto, finora, al margine delle mobilitazioni popolari, nonostante stessero subendo una gran campagna di discredito e di repressione indiscriminata.
Aspettando segni di buona volontà governativa per una soluzione politica, giusta e degna, del conflitto, l'EZLN ha visto, impotente, come i migliori figli della dignità chiapaneca venivano assassinati, imprigionati e minacciati, ha visto come i suoi fratelli indigeni in Guerriero, Oaxaca, Tabasco, Chihuahua, e Veracruz venivano repressi e beffeggiati in risposta alle loro richieste di soluzione per le loro condizioni di vita.
In tutto questo periodo, l'EZLN ha resistito non solo all’accerchiamento militare ed alle minacce ed intimidazioni delle forze federali, ed ha resistito anche ad una campagna di calunnie e menzogne. Come nei primi giorni del 1994, siamo stati accusati di ricevere appoggio militare e finanziamenti stranieri, hanno tentato di obbligarci a deporre le nostre bandiere in cambio di denaro e poltrone governative, hanno tentato di togliere legittimità alla nostra lotta diluendo la problematica nazionale nella cornice locale indigena.
Nel frattempo, il supremo governo preparava la soluzione militare come risposta alla ribellione indigena chiapaneca e la Nazione sprofondava nella disperazione e nel disgusto. Ingannando con una presunta volontà di dialogo che nascondeva solo il desiderio di liquidare il movimento zapatista per asfissia, il malgoverno lasciava passare il tempo e la morte nelle comunità indigene di tutto il paese.
Nel frattempo, il Partito Rivoluzionario Istituzionale, braccio politico del crimine organizzato e del narcotraffico, proseguiva nella sua fase di decomposizione più acuta ricorrendo all'assassinio come metodo di soluzione delle sue lotte interne. Incapace di un dialogo civile al suo interno, il PRI insanguinava il suolo nazionale. La vergogna di veder usurpati i colori nazionali nello scudo del PRI continua per tutti i messicani.
Vedendo che il governo ed il paese tornavano a coprire con l’oblio ed il disinteresse gli abitanti originari di queste terre, vedendo che il cinismo e la negligenza tornavano ad impadronirsi dei sentimenti della Nazione e che, oltre ai loro diritti a delle condizioni minime di vita degna, si negava ai popoli indios il diritto a governare e governarsi secondo la loro ragione e volontà, vedendo che diventava inutile la morte dei nostri morti, vedendo che non ci lasciavano altra strada, l'EZLN si è arrischiato a rompere l’assedio militare che lo stringeva ed è andato in aiuto di altri fratelli indigeni che, venuta a meno la via pacifica, sprofondavano nella disperazione e nella miseria. Cercando in tutti i modi di evitare di insanguinare il suolo messicano con sangue fratello, l'EZLN si è visto obbligato a richiamare di nuovo l'attenzione della Nazione sulle gravi condizioni di vita degli indigeni messicani, specialmente di quelli che si supponevano avessero ricevuto l'appoggio governativo e, tuttavia, continuavano a trascinarsi nella miseria che ereditano, anno dopo anno, da più di 5 secoli. Con l'offensiva del dicembre 1994, l'EZLN ha cercato di mostrare, al Messico ed il mondo, la sua orgogliosa natura indigena e l’irresolubilità della problematica sociale locale se non viene accompagnata da cambiamenti profondi nelle relazioni politiche, economiche e sociali in tutto il paese.
La questione indigena non avrà soluzione se non ci sarà una trasformazione RADICALE del patto nazionale. L'unica forma di incorporare, con giustizia e dignità, gli indigeni alla Nazione, è riconoscendo le caratteristiche proprie della loro organizzazione sociale, culturale e politica. Le autonomie non sono separazione, ma integrazione delle minoranze più vilipese e dimenticate nel Messico contemporaneo. Così l'ha inteso l'EZLN dalla sua formazione e così l'hanno richiesto le basi indigene che formano la direzione della nostra organizzazione.
Oggi lo ripetiamo: LA NOSTRA LOTTA È NAZIONALE.
Ci hanno criticato dicendo che noi zapatisti chiediamo molto che dobbiamo accettare le elemosine che ci ha offerto il malgoverno. Colui che è disposto a morire per una causa giusta e legittima, ha diritto di chiedere tutto. Noi zapatisti siamo disposti ad offrire l’unica cosa che abbiamo, la vita, per esigere democrazia, libertà e giustizia per tutti i messicani.
Oggi riaffermiamo: PER TUTTI TUTTO, NIENTE PER NOI!
Alla fine del 1994, è esplosa la farsa economica con cui il salinismo aveva ingannato la Nazione e la comunità internazionale. La patria del denaro ha accolto nel suo seno i grandi signori del potere e della superbia, che non hanno tentennato nel tradire la terra ed il cielo nei quali lucravano col sangue messicano. La crisi economica svegliò i messicani dal dolce ed abbruttente sogno dell'entrata al primo mondo. L'incubo della disoccupazione, della carestia e della miseria sarà ora più acuto per la maggioranza dei messicani.
Quest’anno che finisce, il 1994, ha appena mostrato il vero viso del sistema brutale che ci domina. Il programma politico, economico, sociale e repressivo del neoliberalismo ha dimostrato la sua inefficacia, la sua falsità e la crudele ingiustizia che è la sua essenza. Il neoliberalismo come dottrina e realtà deve essere gettato via, già da ora, nella discarica della storia nazionale.
FRATELLI:
Oggi, in mezzo a questa crisi, è necessaria l'azione decisa di tutti i messicani onesti per ottenere un cambiamento reale e profondo nei destini della Nazione.
Oggi, dopo avere chiamato prima alle armi e poi alla lotta civile e pacifica, facciamo appello al popolo del Messico affinché lotti CON TUTTI I MEZZI, A TUTTI I LIVELLI E OVUNQUE, per la democrazia, la libertà e la giustizia, attraverso questa...
TERZA DICHIARAZIONE DELLA SELVA LACANDONA
Con la quale chiamiamo tutte le forze sociali e politiche del paese, tutti i messicani onesti, tutti quelli che lottano per la democratizzazione della vita nazionale, alla formazione di un MOVIMENTO PER LA LIBERAZIONE NAZIONALE includendo la Convenzione Nazionale Democratica e TUTTE le forze che, senza distinzione di credo religioso, razza o ideologia politica, sono contro il sistema del partito di Stato. Questo Movimento per la Liberazione Nazionale lotterà di comune accordo, con tutti i mezzi ed a tutti i livelli, per l'instaurazione di un governo di transizione, una nuova costituente, una nuova costituzione e la distruzione del sistema di partito di Stato. Richiamiamo la Convenzione Nazionale Democratica ed il cittadino Cuahtémoc Cárdenas Solórzano a capeggiare questo Movimento per la Liberazione Nazionale, come fronte ampio di opposizione.
LANCIAMO UN APPELLO AGLI OPERAI DELLA REPUBBLICA, AI LAVORATORI DEL CAMPO E DELLA CITTÀ, AI CITTADINI, AGLI INSEGNANTI ED AGLI STUDENTI DEL MESSICO, ALLE DONNE MESSICANE, AI GIOVANI DI TUTTO IL PAESE, AGLI ARTISTI ED INTELLETTUALI ONESTI, AI RELIGIOSI COERENTI, AI MILITANTI DI BASE DELLE DIFFERENTI ORGANIZZAZIONI POLITICHE a coloro che, nel loro ambito e con le forme di lotta che considerino possibili e necessarie, lottino per la fine del sistema di partito di Stato unendosi alla CONVENZIONE NAZIONALE DEMOCRATICA se non militano in un partito, ed al Movimento per la Liberazione Nazionale se militano in qualcuna delle forze politiche di opposizione.
Pertanto, in adempimento allo spirito di questa TERZA DICHIARAZIONE DELLA SELVA LACANDONA, dichiariamo che:
Primo. Si toglie al governo federale la custodia della Patria.
La Bandiera del Messico, la legge suprema della Nazione, l'Inno Messicano e lo Scudo Nazionale saranno custoditi dalle forze della resistenza fino a che la legalità, la legittimità e la sovranità siano restaurate in tutto il territorio nazionale.
Secondo. Si dichiara valida la Costituzione Politica originale degli Stati Uniti Messicani, approvata il 5 febbraio del 1917, includendo le Leggi Rivoluzionarie del 1993 e gli Statuti di Autonomia includente per le regioni indigene, e si decreta la sua osservanza fino a che si instauri la nuova costituente e si emani una nuova costituzione.
Terzo. Si chiama alla lotta per il riconoscimento del “governo di transizione alla democrazia" del quale si doteranno da se stesse le diverse comunità, organizzazioni sociali e politiche, mantenendo il patto federativo contemplato dalla costituzione del 1917, ed unendosi, senza distinzione di credo religioso, classe sociale, ideologia politica, razza o sesso, nel Movimento per la Liberazione Nazionale.
L'EZLN appoggerà la popolazione civile nel compito di restaurare la legalità, l'ordine, la legittimità e la sovranità nazionali, e nella lotta per la formazione e l’instaurazione di un governo nazionale di transizione alla democrazia con le seguenti caratteristiche:
1. che liquidi il sistema del partito di Stato e separi realmente il governo dal PRI.
2. che riformi la legge elettorale in termini che garantiscano: pulizia, credibilità, equità, partecipazione cittadina non di partito e non governativa, riconoscimento di tutte le forze politiche nazionali, regionali o locali, e che convochi nuove elezioni generali nella federazione.
3. che convochi una costituente per la creazione di una nuova costituzione.
4. che riconosca la particolarità dei gruppi indigeni, il loro diritto all'autonomia includente e la loro cittadinanza.
5. che dia un nuovo orientamento al programma economico nazionale, mettendo da parte la simulazione e la menzogna, favorendo i settori più diseredati del paese, gli operai ed i contadini che sono i principali produttori della ricchezza di cui altri si appropriano.
FRATELLI:
La pace verrà dalla mano della democrazia, della libertà e della giustizia per tutti i messicani. Non può il nostro passo trovare la pace giusta che i nostri morti reclamano se è a costo della nostra dignità messicana. La terra non ha riposo e cammina nei nostri cuori. La beffa ai nostri morti esige la lotta per lavare la loro pena. Resisteremo. L'obbrobrio e la superbia saranno sconfitte.
Come con Benito Juárez dinnanzi all'intervento francese, la Patria marcia ora a fianco delle forze patrioti, contro le forze antidemocratiche ed autoritarie.
Oggi diciamo:
La Patria vive! Ed è nostra!
Democrazia!
Libertà!
Giustizia!
Dalle montagne del Sudest Messicano CCRI-CG dell'EZLN
Subcomandante Insurgente Marcos
Parti precedenti:
Primera Declaración de la Selva Lacandona
Segunda Declaración de la Selva Lacandona
Cosa importa chi si nasconde dietro quel passamontagna? E' un grande uomo che ha dato speranza a migliaia di persone. Purtroppo non siamo tutti Marcos, ma ben vengano tutti quelli come lui.
RispondiEliminaBellissime le poesie postate sopra.
Ciao, M.