Un nuevo fantasma
de carne y hueso
recorrería el mundo,
instalando su tienda
en medio de la frente
de todos los hombres.
Jaime Valdivieso
A lo mejor está debajo de la alfombra.
A lo mejor nos mira de adentro del ropero.
A lo mejor ese color habano es una seña.
A lo mejor ese pez colorado es guerrillero.
Yo juro haberlo visto de gato en azoteas.
Y yo corriendo por los hilos del teléfono.
Señor, ¿ha revisado bien adentro de su cama?
Oh John, ¿qué es esa barba que asoma en tu chaleco?
Debiéramos filtrar todas las aguas de los ríos.
Lavar todas las caras de los negros.
Picar la cordillera de los Andes.
Poner a South—América en un termo.
Dicen que en Venezuela montaba una guitarra.
Que en Buenos Aires entraba en bandoneones y Discépolos.
Que en Uruguay punteaba una milonga con el diablo.
Y en el Brasil vestido de caboclo bajaba a los terreiros.
Pero si ayer nomás saltó en Santo Domingo.
Si en Colombia era cumbia de los filibusteros.
Si yo lo vi esta mañana con su risa terrible soltándose los duendes al espejo.
A mí casi me mata la otra noche, se me subió con un millón de sátiros al sueño.
Ese lío en Bolivia es cosa suya.
Y esos ladridos en la noche no son perros.
Y esa sombra que pasa, ¿por qué pasa?
Y no me gustan nada esos berridos junto al pecho.
A lo mejor está en la pampa y es graznido.
A lo mejor está en la calle y es el viento.
A lo mejor es una fiebre que no cura.
A lo mejor es rebelión y está viniendo.
Humberto Costantini
Forse sta sotto il tappeto.
Forse ci guarda da dentro il guardaroba.
Forse quel colore avana è un segno.
Forse quel pesce colorato è guerrigliero.
Io giuro d'averlo visto gatto in terrazza.
Ed io che correva lungo i fili del telefono.
Señor, ha guardato bene dentro al suo letto?
Oh John, che cosa è quella barba che spunta dal tuo gilet?
Dovremmo filtrare tutte le acque dei fiumi.
Lavare tutte le facce dei negri.
Macinare la cordigliera delle Ande.
Mettere South América in un termos.
Dicono che in Venezuela cavalcasse una chitarra.
Che a Buenos Aires stesse dentro i bandoneòn e i Discépolos.
Che in Uruguay suonasse una milonga con il diavolo.
E in Brasile vestito di caboclo scendeva ai terreiros.
Ma se, appena ieri fece un salto a Santo Domingo.
Se in Colombia era cumbia di filibustieri.
Se io lo vidi questa mattina con la sua risata terribile liberarsi coi folletti dallo specchio.
A me quasi m'ammazzava l'altra notte, mi venne su con un milione di satiri in sogno.
Quella confusione in Bolivia è cosa sua.
E quei latrati nella notte non sono cani.
E quell'ombra che passa, perché passa?
E non mi piacciono per niente quei rantoli vicino al petto.
Forse sta nella pampa ed è un gracidio.
Forse sta per strada ed è il vento.
Forse è una febbre che non guarisce.
Forse è ribellione e sta venendo.
Humberto Costantini
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