VII. (y última) Sentir el Rojo


VII (y última). Sentir el Rojo

El Calendario y la Geografìa de la Guerra

La diferencia entre lo irremediable y lo necesario, es que para lo primero no hay que prepararse. Y sólo la preparación hace posible determinar lo segundo”. Don Durito de La Lacandona.

Antes, no sólo en este coloquio pero también en él, hemos señalado el carácter belicista del capitalismo. Ahora quisiéramos agregar que la guerra no es sólo una forma, la esencial por cierto, por la que el Capitalismo se impone e implanta en la periferia. Es también un negocio en sí misma. Una forma de obtener ganancias. Paradójicamente, es en la paz donde es más difícil hacer negocios. Y digo “paradójicamente”, porque se supone que el capital necesita paz y tranquilidad para desarrollarse. Tal vez eso fue antes, no lo sé, lo que sí vemos es que ahora necesita la guerra.
Por eso la paz es anticapitalista. Se habla poco de ello, cuando menos en México así ocurre, pero el peso económico de la industria militar y sus gigantescas ganancias (que obtienen cada vez que el supuestamente agonizante poder norteamericano decide “salvar” al mundo democrático de una amenaza fundamentalista… que no sea la suya, claro), no son nada despreciables. En los aspectos teóricos, tal como, acertadamente a nuestro entender, señaló hace unas horas Jean Robert, es necesario estar cuestionando “los suelos” sobre los que pone pie en tierra un planteamiento científico. Pensamos que el concepto de “guerra” en los análisis teóricos antisistémicos, puede ayudar a solidificar suelos todavía pantanosos.
Pero no se trata sólo de una cuestión teórica. Robert Fisk por un lado, y Naomí Klein por el otro, han contribuido enormemente a descorrer el velo que ocultaba la escenografía de la guerra en Irak. No desde un escritorio o frente a un monitor que administra la información de los grandes monopolios mediáticos, sino trasladándose personalmente al lugar de los hechos, ambos llegan a las mismas conclusiones. Palabras más, palabras menos, nos dicen: “¡Vaya! Resulta que no se está liberando a Irak de la tiranía de Hussein, sino que, simple y sencillamente, se están haciendo negocios. E, incluso, el aparente fracaso de la invasión es también un negocio”.
Les voy a recomendar un libro. Es éste. “La Doctrina del Shock. El Auge del Capitalismo de Desastre”, de Naomi Klein. Es un libro de ésos que valen para tener en las manos. Es además un libro muy peligroso. Su peligro reside en que se entiende lo que dice. Cuando escribo esto supongo que Naomi Klein ha planteado los ejes centrales de lo expuesto en su pensamiento, así que no repetiré. Sólo señalo que trata aspectos del funcionamiento capitalista que son pasados por alto o ignorados por no pocos teóricos y analistas de izquierda en el mundo.
Don Pablo González Casanova es otro de los que ha avanzado en el desmonte de las viejas y nuevas realidades del capitalismo en México y en el mundo, y una mirada generosa en el tiempo, y respetuosa en el análisis de nuestro ir y venir como zapatistas.
Tenemos aquí a dos representantes de dos generaciones de analista del sistema capitalista, serios, serias, brillantes, y además con algo que se suele olvidar en el medio teórico e intelectual: son pedagógicos, es decir, se dan a entender.
Don Pablo González Casanova es un hombre sabio. Es el único intelectual al que he visto que le hablan con confianza los compañeros y compañeras. Yo, que llevo más de veintitantos años viviendo con nuestros pueblos, sé lo difícil que es tener su confianza.
A Naomí Klein le regalamos, junto con Don Pablo, esta muñequita con un caracol. El caracol en nuestros pueblos es como se convoca al colectivo. Cuando los hombres están en la milpa y las mujeres en los trabajos, el caracol los convoca para reunirse en asamblea y es entonces que se hacen colectivo. Por eso decimos que es el “llamador del nosotros”. Nuestra admiración y respeto colectivos para Don Pablo, también son personales. Yo suelo decir que, cuando sea grande, quiero ser como Don Pablo González Casanova. Debo agregar, además, que uno de esos que provoca recaídas chovinistas y nos hace decir que es un honor ser mexicano.
Don Pablo, le regalo este libro de Naomí Klein. Contiene nuevos elementos para entender los nuevos caminos que está siguiendo el capitalismo. Se lo regalo porque yo ya tengo otro.
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Quisiera aprovechar la ocasión para comunicarles algo. Es ésta la última vez, al menos en un buen tiempo, que salimos para actividades de este tipo, me refiero al coloquio, encuentros, mesas redondas, conferencias, además de, por supuesto, entrevistas. Algunas de quienes han moderado estas conferencias colectivas me han presentado como el vocero del EZLN, y hoy en la mañana leí que alguien se refiere a mí, además de cómo vocero, como “ideólogo” del zapatismo. ¡Órales! “Ideólogo”. Oiga, ¿y eso duele mucho?
Miren, el EZLN es un ejército. Muy otro, es cierto, pero es un ejército. Y, además de la parte que ustedes quieren ver del Sup (quiero decir, además de sus hermosas piernas), como vocero, “ideólogo” o lo que sea, creo que ya tienen edad para saber que el Sup es, además, el jefe militar del EZLN.
Como hace tiempo no ocurría, nuestras comunidades, nuestras compañeras y compañeros, están siendo agredidas. Ya había pasado antes, es cierto. Pero es la primera vez desde aquella madrugada de enero de 1994 que la respuesta social, nacional e internacional, ha sido insignificante o nula. Es la primera vez que estas agresiones provienen descaradamente de gobiernos de supuesta izquierda, o que se perpetran con el apoyo sin tapujos de la izquierda institucional. En el periódico de hoy se puede leer que el personaje representativo de los finqueros chiapanecos del que les platiqué ayer, el señor Constantino Kanter, acaba de ser nombrado funcionario en el gobierno perredista de Juan Sabines, en una posición donde pueden fluir sin problemas los recursos financieros para los grupos paramilitares.
Es también la primera vez que hemos encontrado cerrados, a Flor y Canto, los espacios en los que el común de la gente se enteraba de lo que pasaba con nuestro movimiento, y de nuestras reflexiones y llamados.Y no sólo.
Hace unos meses, en ocasión de una de las mesas redondas en las que participamos en la Ciudad de México, una persona de ésas que forman filas en las modernas “camisas pardas” del lopezobradorismo (y que tienen como mandos medios a cretinos y cagatintas de la talla de Jaime Avilés, del periódico La Jornada), nos interpeló a los zapatistas (estábamos la Comandanta Miriam, el Comandante Zebedeo y yo) preguntando, con tono petulante e inquisidor, palabras más, palabras menos, por qué no dejábamos que la “gente progresista de este país avanzara en la democratización de México”. Así dijo. Nosotros acabábamos de detallar una serie de hechos que fundamentaban nuestra distancia del PRD y del lopezobradorismo que, por supuesto, no escuchó la bien vestida señora. A los argumentos que expusimos, los 5 o 6 personajes enviados respondieron primero con mentiras (que AMLO se había deslindado del gobernador Sabines y demás personajes que se habían alineado con Felipe Calderón, que la CND era anticapitalista, y cosas por el estilo) y luego con su consigna de “es un horror, estar con obrador”. El Comandante Zebedeo me preguntó después qué estábamos haciendo ahí y quién era esa gente que ni siquiera escuchaba lo que decíamos.
Unos días después, el minino (con perdón de los gatos) que preside el Partido de la Revolución Democrática, Leonel Cota Montaño, nos acusó de haber provocado, con nuestras críticas, la derrota electoral (así dijo) de López Obrador en las elecciones presidenciales del 2006. Antes, prácticamente desde el arranque de la Sexta Declaración de La Selva Lacandona, el lopezobradorismo ilustrado encontró abiertos los espacios para atacarnos, al mismo tiempo que se nos cerraban a nosotros.
Se nos dijo de todo, a lo largo de este calendario. Parafraseando a Edmundo Valadez, “la mierda tuvo permiso” y en la llamada intelectualidad progresista y de izquierda se dijeron, dibujaron y escribieron cosas que hubieran apenado a la prensa más reaccionaria de nuestro país, pero que en la izquierda institucional y sus satélites fueron festinadas. En palabras de un intelectual de “izquierda”, después del fraude electoral del 2006: “ésta no se la vamos a perdonar a Marcos”. Estoy señalando un hecho simple y constatable. Un hecho, además, que previmos incluso desde antes de aquel 19 de junio del 2005 en que hicimos pública nuestra Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y para el que nos preparamos.
Han ocurrido también incidentes, sobre todo en el último recorrido que hicimos para el Encuentro de Pueblos Indios de América, realizado en Vicam, Sonora, que nos advierten y previenen.
Sabemos y entendemos que piensen que sólo pasan cosas si los medios o un medio específico las informan. Les comunico que no es así, ya tiene tiempo que ocurren muchas cosas que son calladas o ignoradas.
Entendemos que nuestras posiciones no sean recibidas con la mismas apertura y tolerancia que hace años.
Entendemos que se apoye y publicite una visión y una posición políticas y se le haga “casita” para dejar fuera cualquier cuestionamiento o posición disidente.
Entendemos también que para algunos medios sólo seamos noticia cuando estamos matando o muriendo, pero, al menos por ahora, preferimos que se queden sin sus notas, y nosotros tratar de seguir adelante en consolidar el esfuerzo civil y pacífico de lo que todavía se llama La Otra Campaña, y, al mismo tiempo, estar preparados para resistir, solos, la reactivación de las agresiones en nuestra contra, sea con ejército, policías o paramilitares.
Quienes hemos hecho la guerra sabemos reconocer los caminos por los que se prepara y acerca. Las señales de guerra en el horizonte son claras. La guerra, como el miedo, también tiene olor.Y ahora se empieza ya a respirar su fétido olor en nuestras tierras. En palabras de Naomi Klein, debemos prepararnos para el shock.
Por lo demás, en estos dos años que hemos estado fuera, nuestra producción teórica, reflexiva y analítica ha sido más abundante que en los 12 años anteriores. El hecho de que no se hayan conocido en los medios públicos habituales, no significa que no existan. Ahí están nuestros planteamientos, por si a alguien le interesa discutirlos, cuestionarlos o confrontarlos con lo que ahora ocurre en el mundo y en nuestro país. Tal vez, si se asoman un poco, verán ahí, como advertencia, lo que hoy es realidad. En fin, así está. Tal vez ahora se entienda el tono como de “ahí les encargo” que han tenido nuestras participaciones.
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Cuando las zapatistas, los zapatistas hablamos, ponemos por delante el rojo corazón que en colectivo latimos. Entender lo que decimos, hacemos y haremos, es imposible si no se siente nuestra palabra. Yo sé que los sentimientos no tienen cabida en la teoría, cuando menos en la que ahora anda a los tropiezos. Que es muy difícil sentir con la cabeza y pensar con el corazón. Que no son menores las masturbaciones teóricas que el plantear esta posibilidad ha creado, y que los estantes de librerías y bibliotecas están llenos de intentos fallidos o ridículos de esto que les digo. Lo sabemos y entendemos.
Pero insistimos en que el planteamiento es correcto, lo incorrecto es el lugar en el que se está queriendo resolver. Porque para nosotros, nosotras las zapatistas, el problema teórico es un problema práctico. No se trata de promover el pragmatismo o de volver a los orígenes del empirismo, sino de señalar claramente que las teorías no sólo no deben aislarse de la realidad, sino deben buscar en ella los mazos que a veces son necesarios cuando se encuentra un callejón sin salida conceptual.
Las teorías redondas, completas, acabadas, coherentes, están bien para presentar examen profesional o para ganar premios, pero suelen hacerse añicos con el primer ventarrón de la realidad.
Hemos escuchado en esta mesa luces y destellos que, a nosotras, a nosotros los zapatistas, nos dan aliento y respiro. Esa mezcla explosiva de conocimiento hecho sentimiento con el que nos deslumbró y conmovió John Berger; el cuestionamiento lúcido y sin concesiones de Jean Robert; el análisis concreto implacable de Sergio Rodríguez; la serena claridad de las reflexiones de Francois Houtart; la honesta historia de lo que pasó y pasará con un movimiento que nosotros no sólo respetamos, también admiramos, el del MST, contada por el compañero Ricardo Gebrim; el pensamiento rico y abarcante de Jorge Alonso; la entusiasta descripción de Peter Roset; la brillante referencia que Gilberto Valdéz hizo de las discusiones teóricas que se dan ahora en la Cuba revolucionaria; las provechosas provocaciones teóricas de Gustavo Esteva; la noble lucidez de Sylvia Marcos; los avances teórico-analíticos de Carlos Aguirre Rojas; las luces de largo aliento de Immanuel Wallerstein; y hace unos momentos, la sapiencia hermana y compañera de Don Pablo, y la inquietante iluminación que sobre el cinismo capitalista pone Naomí Klein.
Saludamos también a las compañeras y compañeros que moderaron las sesiones de este coloquio. Mis respetos a quienes trabajaron en la traducción de las presentaciones, y mis disculpas sinceras por los problemas que les hayan provocado los “modos” del hablar zapatista del señor Búho, Diciembre, la Magdalena y Elías Contreras.
Hay, sin embargo, algo más que no se ve que está, porque se ve lo que hace. Me refiero a las compañeras y compañeros que les decimos sonideros y luminosos, y, sobre todo, a todas la jóvenes y jóvenes indígenas que estudian y trabajan aquí en el CIDECI con el Doctor Raymundo Sánchez Barraza. Ya que hemos hablado de la mirada, creo que lo menos que podemos hacer es no sólo ver su trabajo (fundamentalmente son quienes han hecho posible este coloquio), también verlos a ellos y a ellas.
Gracias también, y muy especiales y cariñosas al equipo de apoyo de la Comisión Sexta del EZLN. Gracias Julio. Gracias Roger. Yo sé que están extrañados de que esté diciendo esto, siendo que todavía falta el homenaje a Andrés Aubry de mañana y la declaración-acertijo de su doctorado.
Para esto, mediando el día de mañana, llegarán mis jefas y jefes del Comité Clandestino Revolucionario Indígena de la zona Altos, junto con autoridades autónomas y comisiones de trabajo de la Junta de Buen Gobierno de Oventik. Ellas y ellos tendrán entonces nuestra palabra y, como ahora por la mía, por su voz hablaremos lo todo que somos.
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Como última parte de nuestra extendida intervención en este coloquio, quisiera explicar lo que queremos señalar con el título general, eso de “Ni el centro, ni la periferia”. Nosotros pensamos que no se trata sólo de evitar las trampas y concepciones, teóricas y analíticas en este caso, que el centro pone e impone a la periferia. Tampoco se trata de invertir y ahora cambiar el centro gravitacional a la periferia, para de ahí “irradiar” al centro. Creemos, en cambio, que esa otra teoría, algunos de cuyos trazos generales se han presentado aquí, debe romper también con esa lógica de centros y periferia, anclarse en las realidades que irrumpen, que emergen, y abrir nuevos caminos.
Si es que este tipo de encuentros se repite, creo que estarán de acuerdo conmigo que la presencia de movimientos antisistémicos, como ahora el del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, son particularmente enriquecedores.
Bueno, creo que es todo.
¡Ah!, antes de que se me pase: ahí les encargo.
Muchas gracias a todas, a todos.

Subcomandante Insurgente Marcos.




VII (e ultima). Sentire il Rosso

Il Calendario e la Geografia della Guerra

La differenza tra l’irrimediabile e il necessario, è che al primo non bisogna prepararsi. E solo la preparazione rende possibile determinare il secondo” Don Durito della Lacandona.

Precedentemente, non solo in questa conferenza quindi, ma anche in essa, abbiamo messo in evidenza il carattere bellicista del capitalismo. Ora vorremmo aggiungere che la guerra non è solo un modo, sicuramente quello fondamentale, attraverso cui il Capitalismo si impone e instaura nella periferia. E’ anche un mercato in se stessa. Un modo di ottenere guadagni. Paradossalmente, in pace è più difficile far crescere il mercato. E dico “paradossalmente”, perché si suppone che il capitale necessiti di pace e tranquillità per svilupparsi. Forse così era prima, non lo so, ma quello che vediamo è che ora necessita della guerra.
Per questo, la pace è anti-capitalista. Di questo si parla poco, men che meno in Messico, però il peso economico dell’industria militare e dei suoi giganteschi profitti (che riescono ogni volta ad ottenere che il potere nord-americano decida di “salvare” il mondo democratico da una minaccia fondamentalista...che non sia la sua, è chiaro), non è per niente irrilevante.
Per quanto riguarda gli aspetti teorici, come ha fatto presente Jean Robert alcune ore fa, secondo noi in maniera fondata, è necessario mettere in questione “i terreni” su cui una riflessione scientifica poggia i piedi. Pensiamo che il concetto di “guerra” delle analisi teoriche antisistemiche possa aiutare a rendere più solidi, quei terreni che sono ancora paludosi.
Però non si tratta solo di una questione teorica. Robert Fisk da una parte, e Naomi Klein dall’altra, hanno contribuito enormemente a togliere il velo che nascondeva la scenografia della guerra in Irak. Non da una scrivania o di fronte a un monitor che amministra l’informazione dei grandi monopoli mediatici, ma andando personalmente sul luogo dei fatti, entrambi sono arrivati alle stesse conclusioni. Più o meno ci dicono: “Attenzione! Risulta che non si stia affatto liberando l’Irak dalla tirannia di Saddam Hussein, ma, semplicemente, si stanno ampliando i mercati. E addirittura anche l’apparente disfatta dell’invasione è un mercato”.
Vi consiglierò un libro. E’ questo. “La dottrina dello Shock. Il trionfo del Capitalismo del disastro”, di Naomi Klein. E’ un libro che vale la pena avere fra le mani. E tra l’altro è un libro molto pericoloso. Il pericolo sta nel fatto che si capisce quello dice. Penso che Naomi Klein abbia già messo a fuoco i punti centrali della pericolosità nel suo pensiero, così che non li ripeterò. Segnalo solo che tratta aspetti del funzionamento del sistema capitalista che vengono lasciati perdere o ignorati da non pochi teorici e analisti di sinistra nel mondo.
Don Pablo Gonzàles Casanova è un altro di quelli che hanno continuato a smontare le realtà, vecchie e nuove, del capitalismo in Messico e nel mondo, e ha uno sguardo generoso nel tempo, e rispettoso nell’analisi del nostro andirivieni zapatista.
Abbiamo qui due rappresentanti di due generazioni di analisi del sistema capitalista, seri, serie, brillanti, e in più hanno qualcosa che spesso si dimentica, in mezzo a teorie e intellettuali: sono pedagogici, cioè, si fanno capire.
Don Pablo Gonzales Casanova è un uomo saggio. E’ l’unico intellettuale che io conosca, con cui i compagni e le compagne parlano con confidenza. Io, che vivo con i nostri popoli da vent’anni e passa, so quanto è difficile guadagnarsi la loro confidenza.
A Naomi Klein regaliamo, insieme a Don Pablo, questa bambolina con il caracol. Suonando la conchiglia i nostri popoli richiamano alla collettività. Quando gli uomini sono nei campi di mais e le donne al lavoro, il caracol li richiama per riunirsi in assemblea ed è allora che diventano collettività. Per questo diciamo che è il “richiamo del noi”. Anche la nostra ammirazione e il rispetto collettivo per Don Pablo sono personali. Io dico spesso che, quando sarò grande, voglio essere come Don Pablo Gonzàles Casanova. Devo aggiungere anche che è uno di quelli che provocano ricadute scioviniste e che ci fa dire che è un onore essere messicani.
Don Pablo, le regalo questo libro di Naomi Klein. Contiene nuovi elementi per capire i nuovi percorsi che sta seguendo il capitalismo. Glielo regalo perché io ne ho un’altra copia.
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Vorrei approfittare dell’occasione per comunicarvi qualcosa. Questa è l’ultima volta, a meno che non venga un tempo buono, che usciamo in pubblico per attività di questo tipo, mi riferisco alle conferenze, agli incontri, alle tavole rotonde, oltre che, naturalmente, alle interviste.
Alcuni fra quelli che hanno fatto da moderatori in queste conferenze collettive mi hanno presentato come il portavoce dell’EZLN, e stamattina ho letto che qualcuno si riferisce a me, oltre che come portavoce, come “ideologo” dello zapatismo. Ohlalà! “Ideologo”. Senta...è molto dolorosa come malattia?
Guardate, l’EZLN è un esercito. Parecchio altro, questo è certo, ma è un esercito. E, oltre alla parte che volete vedere del Sub (voglio dire, oltre alle sue belle gambe), come portavoce, “ideologo” o quant’altro, credo che abbiate già l’età per sapere che il Sub è, oltretutto, il capo militare dell’EZLN.
Come da tempo non succedeva, le nostre comunità, le nostre compagne e nostri compagni, sono aggrediti. Certo, era già successo prima. Però è la prima volta da quell’alba di gennaio del 1994 che la risposta sociale, nazionale e internazionale, è stata insignificante o nulla. E’ la prima volta che queste aggressioni, senza pudore e rispetto, provengono da governi teoricamente di sinistra, o si perpetrano con l’appoggio senza riserve della sinistra istituzionale. Sul giornale di oggi si può leggere che il personaggio più rappresentativo dei finqueros in Chiapas, di cui vi ho parlato ieri, il signor Constantino Kanter, è appena stato nominato funzionario di governo, per il PRD di Juan Sabines, in una posizione di potere da cui si possono tirar fuori senza problemi le risorse finanziarie per pagare i gruppi paramilitari.
E’ anche la prima volta che abbiamo trovato chiusi, a tarallucci e vino, quegli spazi mediatici attraverso cui la gente comune si rendeva conto di quello che stava succedendo nel nostro movimento, delle nostre riflessioni e dei nostri appelli. Ma non solo.
Alcuni mesi fa, in occasione di una tavola rotonda a cui prendevamo parte a Città del Messico, una persona, di queste che formano le fila delle moderne “camìce grige” del lopezobradorismo (i cui mezzi leader sono dei cretini, e i cui impiegatucci sono dello spessore di Jaime Avilès, del quotidiano La Jornada), ci ha chiamato in causa come zapatisti (c’eravamo la Comandanta Miriam, il Comandante Zebedeo e io), chiedendo con tono petulante e inquisitore, più o meno, perché non lasciavamo che la “gente progressista di questo paese avanzasse nella democratizzazione del Messico”. Così ha detto. Noi avevamo appena finito di riferire dettagliatamente una serie di fatti che fondavano la nostra presa di distanza dal PRD e dal lopezobradorismo, che, ovviamente, la signora benvestita non aveva minimamente ascoltato. Alle nostre argomentazioni, quei 5 o 6 ambasciatori mandati lì risposero prima con delle menzogne (che l’Associazione Manuel Lopez Obrador si era distanziata dal governatore Sabines e dagli altri personaggi che si erano allineati a Felipe Calderòn, che la CND era anti-capitalista, e cose di questo tipo) e poi con il loro motto “è un orror, non star con Obrador”. Il Comandante Zebedeo mi chiese poi che cosa stessimo facendo lì e chi era questa gente che non ascoltava neanche quello che dicevamo.
Alcuni giorni dopo, quel microbo (con le mie scuse ai microbi) che presiede il Partito della Rivoluzione Democratica, Leonel Cota Montaño, ci accusò di aver provocato, con le nostre critiche, la sconfitta elettorale (così disse) di Lòpez Obrador alle elezioni presidenziali del 2006. Già da prima, praticamente dal momento di inizio della Sesta Dichiarazione della Selva Lacandona, il lopezobradorismo illuminato trovò aperti gli spazi per attaccarci pubblicamente, allo stesso tempo che si chiudevano per noi.
Ci hanno detto di tutto, in tutto questo tempo. Parafrasando Edmundo Valadez, “anche la merda fu permessa” e la cosiddetta intellettualità progressista e di sinistra disse, disegnò e scrisse cose che avrebbero fatto vergognare la stampa più reazionaria del nostro paese, ma che nella sinistra istituzionale e i suoi satelliti furono rapidamente ammesse. Secondo le parole di un intellettuale di “sinistra”, dopo i brogli elettorali del 2006: “questa non gliela perdoniamo, a Marcos”.
Sto evidenziando un fatto semplice e dimostrabile. Un fatto che, tra l’altro, avevamo già previsto addirittura prima di quel 19 giugno 2005 in cui rendemmo pubblica la nostra Sesta Dichiarazione della Selva Lacandona, e a cui eravamo preparati.
Sono successi anche degli incidenti - soprattutto nell’ultimo viaggio per l’Incontro dei Popoli Indigeni d’America, che si è realizzato a Vicam, nello stato di Sonora - che ci danno degli avvertimenti.
Sappiamo e capiamo che pensiate che succedono cose solo se i media, o un media in particolare, ve ne informano. Vi comunico che non è così, è già abbastanza tempo che succedono molte cose che sono messe a tacere o ignorate.
Capiamo che le nostre posizioni non vengano accolte con la stessa apertura e tolleranza di alcuni anni fa.
Capiamo che si possa appoggiare e far pubblicità a una visione e a una posizione politica e che le si costruisca una “casetta”, per lasciar fuori qualsiasi messa in discussione o posizione dissidente.
Capiamo anche che, per alcuni media, facciamo notizia solo quando stiamo ammazzando o morendo, però, almeno per ora, preferiamo che restiate senza notizie, e cercare di andare avanti, per consolidare lo sforzo civile e pacifico di quello che ancora si chiama Otra Campaña, e allo stesso tempo, esser pronti a resistere, da soli, alla riattivazione delle aggressioni nei nostri confronti, sia da parte dell’esercito, della polizia o dei paramilitari.
Noi abbiamo fatto la guerra e sappiamo riconoscere i sentieri per i quali si prepara e avvicina. I segnali di guerra all’orizzonte sono chiari. Anche la guerra, come la paura, ha un odore. E ora si inizia già a respirare il suo fetido odore, nelle nostre terre. Secondo le parole di Naomi Klein, dobbiamo prepararci allo shock.
Per il resto, in questi due anni in cui siamo stati fuori, la nostra produzione teorica, riflessiva e analitica è stata più abbondante che nei 12 anni precedenti. Il fatto che non sia stata conosciuta nei media pubblici abituali, non significa che non esista. Lì ci sono le nostre soluzioni, se a qualcuno interessa discuterle, metterle in questione o confrontarle con quello che ora sta succedendo nel mondo e nel nostro paese. Forse, se vi sforzate un po’, ci troverete, messo come un avvertimento, quello che oggi è realtà. Alla fine è così. Forse ora si capisce il tono da “ahì les encargo!” che hanno avuto le nostre partecipazioni.
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Quando noi zapatiste e zapatisti parliamo, mettiamo, davanti a tutto, il cuore rosso che ci batte in petto collettivamente. Capire quello che diciamo, facciamo e faremo, è impossibile se non si ascoltano le nostre parole. Io so che i sentimenti non hanno un loro spazio nella teoria, quanto meno in quella che va avanti tra mille difficoltà. So che è molto difficile sentire con la testa e pensare col cuore. Che non sono poche le masturbazioni teoriche, cui ha dato origine la proposta stessa di questa possibilità, e che gli scaffali delle librerie e delle biblioteche sono pieni, a questo proposito, di intenti falliti o ridicoli.
Però insistiamo che la proposta è giusta, quello che non è giusto è il luogo nel quale la si vuole risolvere. Perché per noi zapatisti il problema teorico è un problema pratico. Non si tratta di promuovere il pragatismo o di tornare alle origini dell’empirismo, ma di mostrare chiaramente che le teorie non devono solo isolarsi dalla realtà, ma devono cercare in essa i “picconi” che a volte sono necessari, quando ci si trova in un vicolo cieco senza uscita concettuale.
Le teorie rotonde, complete, finite, coerenti, vanno bene per essere usate ad un esame professionale o per vincere premi, però di solito vanno in pezzi alla prima sferzata di vento della realtà.
A questo tavolo, abbiamo ascoltato luci e barlumi che a noi zapatiste, zapatisti, danno animo e respiro. La mescolanza esplosiva di una conoscenza fatta sentimento, con cui ci ha illuminato e commosso John Berger; la lucida messa in questione senza concessioni di Jean Robert; le analisi concrete e implacabili di Sergio Rodriguez; la serena chiarezza delle riflessioni di Francois Houtart; la onesta storia di quello che è successo e succederà ad un movimento che noi, non solo rispettiamo, ma ammiriamo, come quello del Movimento dei Senza Terra, raccontata dal compagno Ricardo Gebrim; il pensiero pieno e avvolgente di Jorge Alonso; l’entusiasta descrizione di Peter Rosset; la brillante esposizione di Gilberto Valdez sulle discussioni teoriche che si danno in questo momento nella Cuba rivoluzionaria; le fertili provocazioni teoriche di Gustavo Esteva; la nobile lucidità di Sylvia Marcos; gli avanzamenti teorico-analitici di Carlos Aguirre Rojas; le luci di lungo respiro di Immanuel Wallerstein; e qualche momento fa, la saggezza fraterna e compagna di Don Pablo, e la inquietante luce sul cinismo capitalista di Naomi Klein.
Salutiamo anche i compagni e le compagne che hanno moderato le sessioni dell’incontro.
Il mio rispetto va a tutti coloro che hanno lavorato alla traduzione delle presentazioni, ed anche le mie scuse sincere per i problemi che possono aver loro recato i “modi” zapatisti di parlare del Signor Gufo, di Dicembre, la Magdalena ed Elias Contreras.
Senza dubbio, c’è anche qualcosa in più: non si vede che c’è, perché si vede quello che fa.
Mi riferisco alle compagne e ai compagni che hanno curato i suoni e le luci, che chiamiamo “sonori e lucenti”, e soprattutto a tutte le giovani e i giovani indigeni che studiano e lavorano qui al CIDECI con il Dottor Raymundo Sànchez Barraza. Dato che abbiamo parlato dello sguardo, credo che il minimo che possiamo fare è non solo vedere il loro lavoro (fondamentalmente sono quelli che hanno reso possibile questo incontro), ma anche rivolgere lo sguardo verso di loro.
Un ringraziamento molto speciale e affettuoso anche alla squadra di appoggio della Commissione Sesta dell’EZLN. Grazie Jiulio. Grazie Roger. So che siete stupiti che stia dicendo tutto questo, perchè ancora mancano l’omaggio ad Andrés Aubry di domani e la dichiarazione-cerimonia del suo dottorato.
Per questo, domani verso mezzogiorno, arriveranno le mie cape e i miei capi del Comitato Clandestino Rivoluzionario Indigeno della zona de Los Altos, insieme alle autorità autonome e alle commissioni di lavoro della Giunta di Buon Governo di Oventik. A loro passerà dunque domani la nostra parola e, come in questo momento attraverso la mia, attraverso la loro voce parleremo tutta la collettività che siamo.
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Come ultima parte della nostra estesa partecipazione a questo incontro, vorrei spiegare quello che vorremmo mettere in evidenza con il titolo generale dell’incontro, “Né il centro, né la periferia”.
Noi pensiamo che non si tratta solo di evitare i trabocchetti e le concezioni, in questo caso teoriche e analitiche, che il centro pone e impone alla periferia. Non si tratta nemmeno di capovolgere, scambiare il centro gravitazionale verso la periferia, e da lì “irradiare” verso il centro. Crediamo, al contrario, che questa teoria altra, di cui sono state presentate qui alcune linee generali, deve rompere anche con la logica del centro e la periferia, radicarsi nelle realtà che irrompono, che emergono, e aprire nuovi percorsi.
Se questo tipo di incontri si ripeterà, credo che sarete d’accordo con me sul fatto che la presenza dei movimenti antisistemici, come questa volta il Movimento dei Senza Terra dal Brasile, sono particolarmente arricchenti.
Bene, credo che è tutto. Ah! Prima che me ne dimentichi: ahì les encargo.
Molte grazie a tutte, a tutti.

Subcomandante Insurgente Marcos.

Parti precedenti:
I. Pensar el Blanco
II. Escuchar el Amarillo
III. Tocar el Verde
IV. Gustar el Café
V. Sentir el olor del Negro
VI. Mirar el Azul


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